Tamaulipas.- En los últimos meses de 1518, Alonso Álvarez de Pineda fue enviado por el gobernador de Jamaica, Francisco de Garay a realizar, al mando de una expedición, un reconocimiento del litoral de la Florida.
Al sufrir contratiempos en su camino hacia el Este, viró al Occidente y siguió después a lo largo de la costa del Golfo de México hasta el río Pánuco, en cuya desembocadura halló un pueblo grande donde sin impedimentos pasaron alrededor de 40 días, carenando los navíos.
Al remontar unas seis leguas la corriente del río, descubrieron en ambas márgenes cerca de 40 pueblos.
El propósito de Garay era que la expedición al mando de Álvarez de Pineda pusiera una mojonera que limitara las tierras descubiertas por ellos, de las sometidas por Hernán Cortés; sin embargo, nunca se colocó debido a la resistencia de éste.
Garay no cejó en su empeño y en agosto de 1520 envió al capitán Diego de Camargo para edificar una fortaleza.
El grupo llegó a Pánuco, desembarcó y cometió muchos abusos con los indígenas del lugar, quienes se rebelaron violentamente.
Los españoles huyeron rumbo a la Villa Rica de la Vera Cruz.
En octubre del mismo año, Garay envió otra carabela al mando de Miguel Díaz de Aus para auxiliar a la expedición de Camargo.
Entraron en Pánuco y permanecieron 30 días sin ver gente; los indios de aquella provincia los atacaron y el grupo se refugió nuevamente en la Villa Rica. Poco después llegó otro navío con 120 hombres, despachado por Garay en ayuda de su armada.
Pronto supieron sobre la suerte corrida por sus antecesores y se unieron a Cortés en Tepeaca; sin embargo, Garay no desistió.
Había solicitado a la corte la concesión sobre lo que descubriese al Norte del río de San Pedro y San Pablo, despachos que obtuvo en Burgos, España, en 1521.
Esa Real Cédula lo nombraba Adelantado y le daba la gobernación de Pánuco y su región, la cual recibiría entonces, de acuerdo con la concesión imperial, el nombre de Victoria Garayana. Por ello escribió a Cortés, avisándole que, para tomar posesión de su descubrimiento, preparaba en Jamaica una armada, con asistencia y favor del almirante Diego Colón —hijo de Cristóbal Colón—.
Enterado de todo esto, Hernán Cortés pensó ganarle la delantera y para lograrlo, salió de Coyoacán con sus fuerzas para conquistar La Huasteca.
En octubre de 1522, Cortés llegó a estas tierras a someter a los huastecos que se sublevaron, matando a los soldados de Francisco de Garay en el año de 1521; lo acompañaban ciento veinte hombres a caballo, trescientos peones, alguna artillería y cuarenta mil guerreros indios a las órdenes de Ixtlilxóchitl.
En Ayotochcuitlatlan —se cree que es el actual Coxcatlán—, Cortés y sus hombres lucharon contra los huastecos. Al someterlos se apoderaron de los Valles de Oxitipa o Tamt’okow y sus tributarios quedaron sujetos al poderío español.
De Ayotochcuitlatlan, Cortés pasó a Tampamolón, San Francisco Tancuayalab, Tamuín y Chila y, sometidos los huastecos, fundó a orillas del río Pánuco la Villa de Santiesteban del Puerto, el 26 de
diciembre de 1522.
Dejó como lugarteniente a Pedro Vallejo, repartió encomiendas en los pueblos y se adjudicó los señoríos de Tamuín y Oxitipa.
Don Joaquín Meade dijo que la encomienda de Oxitipa, aunque su centro estaba en lo que es hoy el municipio de Aquismón, dependía desde 1523 de la Villa de Santiago de los Valles de Oxitipa, y se extendía originalmente hasta Jalpan en el hoy Estado de Querétaro y, por el norte incluía a Tanchipa, al norte del Mante y, acaso, hasta la Mesa de Llera.
En su estancia en esa zona huasteca, el conquistador se adjudicó vastas tierras al Sur de lo que hoy se conoce como Tamaulipas, siendo una de ellas, un poblado llamado Tanchipa, donde los huastecos, agricultores sedentarios, mantenían una civilización típicamente mesoamericana.
Tanchipa era el último centro importante de los huastecos al Norte. Para el año de 1523, pertenecía ya a la encomienda de Santiago de los Valles. En esa época, la extensión de esa encomienda comprendía desde el actual municipio de Ciudad Valles, hasta la mesa de Llera.
Hernán Cortés regresó a Tenochtitlán a principios de 1523.
En plena época de lluvias, el 25 de julio de 1523, la expedición de Francisco de Garay llegó al río de las Palmas, hoy de Soto la Marina, desde donde inició su avance entre los fangales hacia Pánuco y por mar envió sus barcos a esperarlo en el río Pánuco.
Al tener noticia Hernán Cortés de su llegada a la Huasteca, envió a Pedro de Alvarado con fuerzas suficientes y apresó a Garay.
Una real cédula había reconocido la conquista de la región realizada por Cortés, pero Garay y su gente habían soliviantado a los naturales, lo que causó graves desórdenes en la región y los huastecos se alzaron contra los españoles.
En 1524, Cortés envió a Gonzalo de Sandoval a realizar una entrada en los Valles de Oxitipa, con el propósito de someter nuevamente esta región.
Bajo su mando llevó a Pedro Vallejo, Pedro Martín Aguado, Rodrigo de Castañeda, 50 hombres de a caballo, 100 peones, 15, 000 acolhuas a las órdenes de Yoyotzin, hermano menor de Ixtlilxóchitl, y otros 15,000 mexicas al mando de un sobrino de Cuauhtémoc.
Para escarmentar a los huastecos por su alzamiento, Gonzalo de Sandoval mandó apresar a cerca de 400 señores o caciques en el pueblo de Xatxapa –hoy en Veracruz–; los caciques o señores de Tamazunchale, Tacetuco, Guautla y otros pueblos protestaron enérgicamente.
A pesar de sus protestas, Sandoval mandó quemar a varios caciques y es probable que el resto se los haya llevado a México.
Con estos crímenes comenzó la destrucción de la antigua y valiosa tradición cultural de los pueblos huastecos.
En lo que toca al señorío de Oxitipa en poder de Cortés, según María Isabel Monroy, parece corresponder a Tanute, y no a Valles, como algunos señalan.
En ese tiempo, la jurisdicción de Oxitipa colindaba con la del pueblo de mexicanos de Coxcatlán, que antes también había sido huasteco.
El señorío de Oxitipa siguió en poder de Hernán Cortés, pero éste salió para las Hibueras después del 12 de octubre de 1524.
El grupo español que quedó en México aprovechó la ocasión para quitarle la encomienda o señorío de Oxitipa, que fue dado en 1525 a Gonzalo de Ocampo, quien lo ocupó durante diez años.
En el período comprendido entre 1521 y 1524, Hernán Cortés distribuyó buena parte de la población indígena entre él y sus compañeros, según el régimen de encomienda o depósito.
Los grupos de indígenas con sus gobernantes fueron entregados a la protección de un encomendero español, quien se obligaba jurídicamente a protegerlos y debía encargarse de su conversión a la religión católica.
A cambio, los indígenas darían tributo y servicios.
Otro golpe contra Cortés fue el nombramiento real de gobernador de la provincia y río de Pánuco y Victoria Garayana dado a Nuño Beltrán de Guzmán, quien llegó a Santiesteban del Puerto el 24 de mayo de 1526.
Este individuo al no hallar oro en la región, se puso a herrar a 10,000 huastecos, mismos que comercializó en las Antillas, donde los cambiaba por caballos y vacas, a ochenta hombres por bestia.
En el año de 1527, se creó la primera Audiencia de la Nueva España y Nuño de Guzmán fue nombrado su primer presidente.
En La Huasteca había quitado sus encomiendas a los que se mostraban partidarios de Cortés.
Con la presencia de Nuño de Guzmán, la Huasteca sufrió un despoblamiento peligroso por la saca de esclavos, esencialmente en la región de menos población situada al Norte de Valles. Anterior a eso, los téenek de la zona de Tampemol y pueblos adyacentes, habían defendido sus fronteras de las salvajes tribus chichimecas, pero ante la problemática reinante, esos empezaron entonces a infiltrarse por los sitios más débiles.
Cuando Nuño de Guzmán se fue a la antigua Tenochtitlan, dejó de lugarteniente de gobernador de Pánuco y su jurisdicción —de la que dependía Oxitipa y por ende nuestra región— a Lope de Mendoza, y de teniente del gobernador a Juan de Cervantes y Casaus, que también fue veedor del Pánuco y la Huasteca.
Legado de Nuño de Guzmán
Estando en México, Nuño de Guzmán tuvo ciertos errores y un pésimo gobierno al frente de la fatal Primera Audiencia, por lo que decidió dejar la Ciudad de México y, el 22 de diciembre de 1529 con un gran ejército para la conquista de lo que hoy el Jalisco.
El personaje no dejó el control de la provincia de Pánuco, sino que pretendía incorporarla a la de la Nueva Galicia, por lo que para 1531 buscaba un camino directo entre esa comunidad y la Huasteca.
En ese año la región de Oxitipa, pertenecía en lo eclesiástico, al Obispado de México, establecido en 1530.
Posteriormente comisionó a Lope de Mendoza para que conquistase y poblase la provincia de los Valles de Oxitipa. Efectuado lo anterior, Nuño de Guzmán atravesó serranías en temporada de lluvias y fundo él personalmente la villa de Santiago de los Valles de Oxitipa, esto aconteció el 25 de julio de 1533, día de Santiago Apóstol.
Con esto, se consumó la anexión a Nueva Galicia. Se decía que la poblaban entonces once españoles, mil doscientos indios huastecos
Por Marvin Osiris Huerta Márquez