“Más vale malo por conocido que bueno por conocer”, debieron decir los trabajadores de PEMEX, respecto de la elección de su líder. Por lo tanto la mayoría decidió apoyar a Ricardo Aldana Prieto quien, si no sucede otra cosa, permanecerá al frente de la organización hasta 2024, favorecido por 52 mil de los 72 mil votos registrados.
Por supuesto es una excelente noticia para Carlos Romero Deschamps y el grupo que domina desde el golpe de estado de Carlos Salinas de Gortari y la detención de Joaquín Hernández Galicia. En esta ocasión los propios trabajadores ratifican el control impuesto por los gobiernos neoliberales. ¿Masoquismo?, ¿resignación?, ¿rechazo a la política transformadora?. Vaya usted a saber. Lo cierto es que el ex dirigente seguirá mandando en el STPRM.
De manera que los exhortos a democratizar el STPRM no surtieron efecto. Sea que para nada influyeron los esfuerzos de AMLO, menos los de Luisa María Alcalde, esta joven titular de la secretaría del Trabajo quien se habrá dado cuenta que las buenas intenciones, nada tienen que ver con los intereses enraizados en lo más profundo de la costumbre del poder.
Los opositores a Ricardo Aldana denuncian compra de votos, amenazas y represión. No podría ser de otra manera puesto que la organización está hecha a imagen y semejanza del viejo PRI. Recordad que el dirigente electo, como tesorero que fue, estuvo involucrado en el caso “Pemexgate”, donde se descubrió la desviación de cuantiosos recursos a la campaña de Francisco Labastida Ochoa, candidato presidencial en el dos mil.
Además de Aldana, para esta elección se inscribieron 24 personas más de todo tipo, color y sabor, ninguna de las cuales mereció la confianza mayoritaria. Por ello la frase “más vale malo por conocido…etc”, con la que inicia esta columneja, que nos remite a la realidad que impera en el mundo laboral, con sus dignas excepciones por supuesto. Basta recordar lo que sucede por ejemplo, en los sindicatos de telefonistas y ferrocarrileros, incluso en el de maestros a nivel nacional, donde aunque parezca increíble, todavía merodea el fantasma de Elba Esther Gordillo.
Quedamos en que la democracia sufrió duro golpe en la elección del STPRM, aunque lo más grave es que una mafia seguirá controlando. Es la misma que apoyó la destrucción de PEMEX y celebró que debido a la “reforma energética” de Peña Nieto, los recursos naturales pasaran a propiedad del capital privado. Aldana sigue siendo parte del grupo que encabezado por Romero Deschamps, traicionó a la nación. Y ni modo que sea invento.
LO QUE EMPIEZA, TERMINA
Pronto concluirán las precampañas de los aspirantes a convertirse en candidatos de sus respectivos partidos, a gobernador del estado. Ya sabéis que son tres de los cuales, considera el columnista, uno es quien mantiene ventaja desde el principio. Es público que Morena marca las preferencias, sin embargo en el lado opuesto deseos sobran de revertir el marcador.
El intento es bueno, respetable y aceptado porque esto no deja de ser una competencia a la sombra de la democracia.
Agradezcamos que esta primera etapa sea tranquila; sin ofender, humillar, ni nada que lo parezca. Confiemos que durante la campaña decisiva persista el modo civilizado de hacer política, de otra forma estaríamos en riesgo de confrontaciones que podrían agravarse y aun continuar más allá de la elección, lo cual no deseamos los tamaulipecos, por obvias y sobradas razones.
Que los políticos y sus partidos entiendan que fuera de su interés, también existe otro mundo donde habita la sociedad toda, con sus problemas, preocupaciones y esperanzas.
SUCEDE QUE
Vamos por partes; primero que gane su candidato y después la rebatinga por los puestos…mi santa abue decía: “no monten al burro antes de tiempo porque lo pueden hacer pando”.
Y hasta la próxima.
Por Max Ávila