La separación de Rodolfo González Valderrama de la delegación de programas del Desarrollo en Tamaulipas, que fue confirmada ayer y se concretará partir del 1 de marzo, era predecible e inevitable por la circunstancia política que vive Morena, ya inmerso en una lucha por el poder a nivel local.
La rispidez del proceso interno de Morena y el temperamento de los protagonistas, hacía casi imposible la relación entre los dos principales aspirantes, Américo Villarreal y Gonzalez Valderrama, y no había manera de esperar un entendimiento.
Rodolfo no quiso ni pudo controlar el shock emocional que le provocó la quiebra de su proyecto para ser candidato a la gubernatura y a regañadientes se disciplinó, aunque siempre permaneció apartado del proceso interno que siguió a la designación de Americo.
Es entendible el desánimo del superdelegado. Difícilmente volverá a tener otra oportunidad como esta que se le fue de las manos.
El tiempo siempre implacable será su problema, aunque seguramente buscará una senaduría, siempre y cuando las condiciones políticas permitan que Morena mantenga su fuerza actual y que Ricardo Monreal pueda librar la tormenta política que ahora enfrenta.
Una vez desierta la súper delegación, ayer se daba como un hecho que el agraciado será el ex alcalde de Güemes, Luis Lauro Reyes, muy cercano a Américo, lo cual deja en claro que la decisión tiene el propósito de cuerpear al precandidato de Morena.
El nuevo funcionario tendrá un papel estratégico en el proceso que ya empezó y que llegará a su clímax en abril y mayo próximo pues tendrá en sus manos el arma más potente de Morena, por los programas sociales que le garantizan una clientela electoral de gran alcance.
Y es que no se trata solamente de dar el ancho para el reto político que está enfrente, sino de mantener al mismo tiempo la operatividad de una cartera de programas que enlista a más de 400 mil tamaulipecos.
El relevo en la delegación deberá mostrar que tiene un gran colmillo en el terreno electoral -no hay que ser ingenuos, las becas y los apoyos a abuelitos son la herramienta proselitista más útil de Morena- y capacidad administrativa para dar rumbo a una delegación enorme.
El otro paso obligado tras la remoción de Rodolfo, será iniciar una operación cicatriz en serio. Retirado del camino el escollo del monrealismo en Tamaulipas, le faltará a Morena fortalecer los puentes con los otros liderazgos microrregionales del partido.
La asignatura pendiente es hacer un último intento por sumar a Maki y Carlos Peña Ortiz. Al interior de Morena confían en un acercamiento propiciado por Oscar Luebbert, ya en su papel de operador político al servicio de Américo, aunque lograrlo se ve como una posibilidad lejana por el temperamento de la reynosense.
Otro caso más: En Matamoros hay incertidumbre sobre el papel del alcalde Mario López y aunque ya ha mostrado en público su respaldo al precandidato, hay cabos sueltos y ciertas actitudes sospechosas que hacen impredecible el futuro de esa relación.
Madero y su alcalde también son un reto para Américo. Falta aún cerrar el círculo de la alianza con Adrián Oseguera aunque el edil maderense le cumplió durante la precampaña al organizar en su tierra un buen evento con las redes territoriales de su partido.
La tarea no es nada fácil, Morena en Tamaulipas es una coalición de intereses que con frecuencia colisionan, las lealtades son frágiles pero a estas alturas del proceso, o negocian y se entienden, o corren el riesgo de ser rebasados.
Las circunstancias han ido cambiando y falta por hacer el recuento de los daños de la polarización política que se vivió y se vive aún por el caso de la mansión de Houston, el tema favorito de una virulenta conversación nacional en las redes y los medios de comunicación.
Tal vez algo que arroje luz sobre el impacto de este escándalo serán los resultados de la consulta para la revocación de mandato.
CHAMBA TENDRÁ
Respecto al cambio en la súper delegación, finalmente Rodolfo no se podrá quejar de la decorosa salida que le ofrecieron.
El primero de marzo se reincorporará a la dirección de Radio, Televisión y Cinematografía, muy lejos del incómodo escenario en el que quedó desde diciembre y muy cerca de sus cuates.
CABO SUELTO
El auto nominado “precandidato legítimo” Alejandro Rojas Diaz Duran continuó ayer con su épica batalla para cambiar el rumbo de Morena en Tamaulipas. El tipo es obstinado y se empeña en cumplir el papel de una garrapata en salva sea la parte…