CIUDAD VICTORIA, TAMAULIPAS.- A diferencia de adultos mayores que enfrentan el abandono por parte de su familia, hay otros que optan por mantenerse independientes, productivos y socializando.
María Elena Saldívar, persona residente de las Villas Amor, antes Villas Vida Plena, dice a EXPRESO, que fue decisión personal ir a rentar en este lugar que es operado por el Sistema DIF Tamaulipas.
“Los hijos ya están haciendo sus vidas, van y me visitan, pero yo por decisión propia estoy ahí”, dijo durante la charla sostenida con ella en el miércoles de venta de sus productos en el Centro cultural Tamaulipas.
Dice que hace manualidades, borda servilletas, ahora que los dejan salir luego de la pandemia de COVID-19, para ellos es agradable saber que con su ‘hobby’ puede tener u n ingreso.
“En Villas Amor, estamos puros adultos mayores del DIF; hacemos trabajos y manualidades para ofrecerle al público, traemos cosas para vender”, dijo don Arturo González que tiene a su cargo un huerto.
“Traje zacate limón, semilla de moringa, ellas traen pulseras, servilletas, cadenas para cubrebocas o lentes”, es bueno vivir en una casa para puros adultos mayores de 60 años”.
“Llegue por voluntad propia, hay tranquilidad, somos felices, nos divertimos, ahí vivimos tranquilamente”, dice y también acepta que sus hijos viven su vida y para no ser “una carga”, está bien vivir en un lugar en donde puede convivir con personas de su edad.
¿Qué hace ahí?
“Cultivamos la naranja, las matas de zacate limón, las semillas de moringa, naranjas, y ya vienen los limones, porque ahorita todavía no hay”, dice tras invitar a la población a acudir cada miércoles a visitar sus puestos de venta en el Centro Cultural.
E insiste, “los hijos, ellos están viviendo sus vidas, no quieren, no nos abandonaron, nosotros buscamos un lugar, y encontramos estas villas en donde hacemos cosas para sentirnos productivos y además las podemos vender, ahí estamos tranquilos”.
Desde su punto de vista, ellos no fueron relegados por su familia, las condiciones de vida, aun les permite tomar decisiones, el caso de Blanca Guerra es similar al de doña María Elena y don Arturo, está en Villas Amor por voluntad.
Ella se dedica a la venta de productos naturistas, de nutrición, para el cabello, para la piel, para diferentes necesidades del sistema nervioso y otros que despertaron el interés de los transeúntes.
“Si tienen demanda, es mi primer día y ya vendí dos productos”, dice sonriente.
CÓMO OPERAN VILLAS AMOR
Villas Amor, antes Villas Vida Plena es un lugar para adulto mayores que siguen activos y tienen la necesidad de residencia, como la renta de una casa, para personas mayores de 60 años que no tienen casa propia y que necesitan un lugar para vivir.
Perla Castañón de Villas Amor, explicó que le ofrecen al adulto interesado, un lugar completo a un costo accesible, “realizan sus actividades del día solos, son independientes y pueden convivir”.
Para los interesados en una villa, es necesario hacer tres exámenes tres valoraciones médica, sociológica y psicológica, “las personas que quieren irse a vivir con nosotros lleva su papelería, pasa con la doctora, para valorar que sea realmente autosuficiente, que no tenga alguna enfermedad que no le permita vivir solo y con la sicóloga para hacer exámenes, para ver que el adulto mayor pueda estar viviendo en un lugar de convivio”.
Señala que el costo de ingreso es simbólico como cuota de recuperación, que depende de ingreso de la persona, se deriva del estudio socioeconómico, ya sea que la persona reciba pensión, sea jubilado o dependa de alguno de los hijos.
POR NORA ALICIA HERNÁNDEZ HERRERA