No es casual que César Verástegui haya elegido la ciudad de Reynosa para iniciar su campaña en el primer minuto del 3 de abril.
Aunque todo hace indicar que sigue en el aire el apoyo de Maki Ortiz para cualquiera de los dos principales candidatos, el mensaje del “Truko” es claro: ese municipio es prioridad en la estrategia política para ganar la elección.
Lo saben en el PAN y lo saben en Morena. En Reynosa pueden votar más de 520 mil tamaulipecos que representan el 20% del padrón electoral. Es un caudal de sufragios que influirá de verdad en el resultado final.
Más allá del guiño que también forma parte de la guerra de las percepciones, el arranque de César Verástegui sí servirá para averiguar, al menos en este momento, por dónde andan las simpatías de Maki y Carlos Peña Ortiz.
Por más que trataran de disimularla, para los conocedores de los entretelones de la política reynosense será fácil identificar si en el evento se percibe la mano del alcalde y su mamá.
El segundo municipio con más votos en potencia es Matamoros. Ahí la situación ha empezado a aclararse: si hace algunas semanas había dudas sobre el compromiso de Mario López para apoyar la campaña de Américo luego de su abierto apoyo par Rodolfo González, desde el palacio de la calle Sexta y desde el búnker del candidato, aseguran que el alcalde estará metido de lleno en la operación.
Más allá del perfil polémico de “La Borrega”, hay un dato que nadie debe soslayar: fue el candidato más votado en la elección del 2021 con un récord para su municipio de 107 mil votos.
En Matamoros también operan a favor de Américo otros grupos como el que encabeza la diputada federal Adriana Lozano. Acaso el reto en esa esquina de la entidad sea que ambos equipos se pongan de acuerdo, luego de la tensión registrada entre uno y otro.
Hay territorios guindas como Nuevo Laredo, cuyo apoyo político nunca ha estado en duda.
Pero, algo quedó claro en el evento por el registro de la coalición Juntos hacemos historia. Desde lo más alto de la Cuarta Transformación hubo un llamado a los alcaldes morenistas de la entidad para que de una vez por todas y sin medias tintas, se volcaran en apoyo a su candidato.
De Matamoros y Altamira llegaron los contingentes más importantes y más ruidosos.
Como es bien sabido que a Mario Delgado pocos en su partido le hacen caso, queda claro que la petición llegó desde varios escalones más arriba; es decir, el gobierno federal -vía la Secretaría de Gobernación o Palacio Nacional- ya está metido te lleno en la elección tamaulipeca.
Lo mismo que el poder estatal que también es el principal respaldo para la campaña de César Verástegui.
Es decir, aunque ya suene a lugar común, lo que viene para Tamaulipas es un auténtico choque de trenes.
El pacto de civilidad
Si no hay cambios de última hora, hoy estará en Tampico el presidente del INE, Lorenzo Córdova Vianello para la firma de un pacto de civilidad en el que, se supone, participarán todos los partidos políticos. Por la compleja relación del instituto y los morenistas, habrá mucho que analizar en el evento de hoy.
Por Miguel Domínguez Flores