TAMALIPAS.- Como sabéis, el domingo anterior en Morena diose el banderazo de salida rumbo a la sucesión presidencial. El evento se realizó en Toluca y ahí estuvieron por supuesto, tres que aspiran a la candidatura: Claudia Sheinbaum, Marcelo Ebrard y el recién incorporado Adán Augusto López, quienes aprovecharon el día de asueto para darle esperanza a su futuro. Claro que, al fin acto de partido, el color lo aportaron los militantes que literalmente tomaron por asalto la capital del Edo-Mex celebrando las conquistas recientes en cuatro entidades y echar “porras” a las personalidades mencionadas. Ahí, entre lo más distinguido de la concurrencia se observó a Américo Villarreal Anaya quien, por obvias y sobradas razones no cabía de gusto.
De manera que en el partido de AMLO inició la búsqueda de quien ha de recibir el encargo más importante de la república en la elección del 24 desaparecido que fue “el tapadismo” que caracterizó al neoliberalismo y a las oligarquías o mafias del poder que pa’l caso es lo mismo. Sea que ahora los y las que pretenden, sueñan y suspiran, enseñan el rostro, muestran las manos (nada de juego entre villanos), y se atendrán al resultado de las encuestas…hasta aquí vamos bien.
Usted dirá que no son tres sino cuatro los nombres escuchados con más insistencia. Y está en lo cierto porque falta Ricardo Monreal quien de manera inexplicable sufre discriminación, incluso en “las mañaneras” presidenciales. No se conocen los motivos, pero de que con frecuencia lo marginan del tema, no hay duda. (Seguro no es por su fervor al Santo Niño de Atocha). Por ejemplo, al acto en cuestión no fue invitado por Mario Delgado, el más mediocre de cuantos hayan transcurrido por la presidencia de Morena. Mire la contradicción, el domingo fue él quien públicamente más insistió en la unidad partidista, mientras en lo obscurito alienta la división con actitudes como la señalada. Es uno de los tantos errores que alimentan la desconfianza al crear situaciones extraordinarias que ponen en riesgo el prestigio de su partido. Aquí mismo en Tamaulipas son públicas las aberraciones que motivaron severas críticas de los adversarios que por su gravedad, pudieron ser de consecuencias electorales inesperadas.
En este sentido el columnista está convencido de que el mayor peligro para Morena no es la oposición, sino Mario Delgado Carrillo. ¿Seguirá siendo dirigente en el 24?. Por el bien de la república, bueno sería que lo enviaran a la embajada de Transilvania, lejecitos pa’ que no siga haciendo daño. Y aunque verdad es que Morena imparable avanza por caminos, brechas y veredas, ya sabéis que los triunfos se deben a AMLO y su gran obra. Y ni modo que sea invento.
El asunto es que en Morena inició el proceso rumbo a la sucesión presidencial con cuatro registros que suponemos serán definitivos para elección de la militancia. Desde luego que Claudia Sheinbaum es la más cercana y congruente al idealismo de AMLO. Es quien mejor percibe el proyecto transformador y dotada de valor y convicción suficiente para garantizar el cumplimento de los programas sociales más ambiciosos. Ella deberá ser la candidata y no Ebrard de formación centro-derecha; tampoco Monreal quien se quedó atascado en la simulación del salinismo que tanto dañó a México, menos Adán Augusto López cuya identificación con la antigua forma de hacer política es inocultable. Eso de que “los tiempos del Señor son perfectos” pierde sentido cristiano en países como el nuestro, donde corrupción e inmoralidad fueron elementos sustanciales de la fórmula que pisoteó el humanismo y la fraternidad.
HONRAR AL LEGISLATIVO
Yo digo y sostengo que los integrantes del legislativo local debieran cambiar de actitud recordando el compromiso adquirido al resultar electos. Es vergonzoso el espectáculo que ofrecen anteponiendo intereses personales y partidistas en lugar de honrar la representación acreditada por voluntad popular. Es una pena la pérdida de respeto al recinto parlamentario convirtiéndolo en lo que menos debía ser, es decir, en un ring donde las ideas y el debate se traducen en agresiones, insultos, amenazas y todo ese comportamiento de mínima expresión civilizada.
Por lo observado desde que entró en funciones la actual legislatura, no podemos esperar mucho, pero cuando menos que honren la distinción recibida. En otras palabras: ya dejen los pleitos de callejón y cumplan con el mandato constitucional que juraron respetar. Recuerden que es poco el tiempo y mucho el compromiso, digo si no quieren formar parte de la creencia respecto de que “la diputación dura solo tres años, pero la vergüenza toda la vida”.
SUCEDE QUE
Dícese que las listas de presuntos funcionarios del próximo régimen estatal de profusa circulación son elaboradas en las oficinas del PAN, “nomás pa’ destantear al enemigo”.
Y hasta la próxima.