La situación económica a nivel internacional continúa siendo incierta; la medida de incrementar abruptamente las tasas de interés en Estados Unidos es en respuesta a frenar el comportamiento de los precios, que se ha convertido en el reto más importante a nivel internacional.
Sin embargo, esta medida traerá consigo consecuencias importantes al mercado de bienes y servicios, que activará otras medidas de política económica, la primera es una contracción del PIB de Estados Unidos, lo que se transmitirá a los mercados internacionales a través del comercio internacional, reduciendo los intercambios comerciales con principales socios comerciales, tal es el caso de México, en donde su efecto se verá reflejado a través del comercio y seguramente de un incremento significativo en la tasa de interés de referencia.
Por otro parte, la dinámica de la inversión directa, es decir, la inversión en creación de negocios se reducirá, provocándose una desaceleración de la producción y, con ello, el aumento en el desempleo. Al haber más desempleo, el consumo se reducirá y, por tanto, la demanda de bienes y servicios. Tanto la reducción de la producción, el aumento del desempleo y la caída en consumo afectarán la recaudación del gobierno, lo que podría llevar a ajustes en el gasto público.
Así que si el Banco Central, que seguramente lo hará, aumenta su tasa de interés, no solamente estaremos en un escenario donde se pretende controlar la inflación, sino que también existe la posibilidad de que entremos en una fase de contracción de la economía mexicana, lo que podría llevar o bien a una baja tasa de crecimiento o incluso a la recesión económica.
El valor del Producto Interno Bruto (PIB) actual equivale prácticamente al observado en el primer trimestre de 2017 con un valor de 18 billones 027 mil millones de pesos en términos reales. Cuando inició su periodo el actual gobierno, el PIB era de 18 billones 530 mil millones de pesos, es decir, tenía un valor superior al actual, esto significa que durante este gobierno el PIB ha decrecido en alrededor de los 500 mil millones de pesos. De tal forma que una recesión sería muy lamentable para la economía mexicana.
En materia de empleo formal en México se observa una importante desaceleración en este 2022; en febrero se crearon 179,203 empleos en el país; en marzo, 69,233 empleos; en abril, 5,604 empleos; y, en mayo, disminuyó en 1,677 empleos. Así que el empleo también muestra signos de debilitamiento.
Así que con el aumento en las tasas de interés se pretende resolver el tema de la inflación, pero se pueden generar problemas de desempleo y contracción de la producción, situaciones que se empiezan a vislumbrar en el país. Usted ¿qué piensa?
