La noticia más reciente de la contraloría estatal a cargo de NORMA ANGÉLICA PEDRAZA MELO, nos habla de 167 expedientes más que se integrarían al historial de irregularidades cometidas por funcionarios del gobierno anterior y hoy en vías de investigación.
Entre otras conductas sancionables menciona el incumplimiento de la normatividad en materias como la formalización de contratos en adquisiciones y obras, donde se detectaron también pagos en exceso.
Tras cinco meses y medio en el cargo, cabe pensar que la hacendosa dama tenga ya un acumulado de casos suficientes para impulsar las necesarias órdenes de arresto en la fiscalía respectiva.
Es tiempo de resultados. Mire usted, a las pesquisas de la contraloría eventualmente les ocurre lo mismo que a las denuncias de corrupción efectuadas desde el periodismo. De poco o nada sirven si no se convierten en asunto urgente del ministerio público.
Habla NORMA ANGÉLICA de 29 denuncias presentadas hasta ahora ante la referida fiscalía, amén de que habría en camino cinco más. No ofrece detalles por temor a violentar el debido proceso.
Los medios (y con estos, la opinión pública toda) más que notas exclusivas están esperando acciones concretas que (ojo) no se conformen con empleados menores, jefes de área o subdirectores, sino que apunten al nivel más alto, de gabinete para arriba. Por ahí deben empezar.
La prensa ha seguido cada paso desde octubre pasado, cuando se empezaron a mencionar algunas líneas temáticas que incumben al saqueo brutal perpetrado al más alto nivel del régimen panista. La expectativa es grande y los resultados no deben quedarse atrás.
Y si las fiscalías azules, heredadas del gobierno anterior, se han convertido hoy en obstáculo, es tiempo de que contraloría haga el planteamiento ante la instancia correspondiente para que el Congreso del Estado se haga cargo del asunto.
LADY SEMPITERNA
Paradoja de nuestros días, a casi tres décadas de haberse empoderado como líder de la burocracia estatal, quizás pocos recuerden que la primera bandera de lucha enarbolada por doña BLANCA VALLES RODRÍGUEZ fue la “no reelección”.
Ello dentro de un movimiento que cuestionaba la eternización en el mando de doña NELLY CAMACHO DE ENSIGNIA, entonces dirigente del SUTSPET.
Importa recordar que también el general PORFIRIO DÍAZ se alzó en armas y buscó el poder bajo la consigna del antirreeleccionismo.
Al respecto cabría citar el Plan de la Noria lanzado por DÍAZ contra la permanencia de BENITO JUÁREZ (1871) y su similar de Tuxtepec (1876) que buscaba derrocar al presidente LERDO DE TEJADA.
Perseverante y enérgico, una vez conseguido su objetivo, el fiero militar se quedaría en el poder 30 años. Como BLANQUITA, precisamente, razón por la cual en algunos medios le llaman (llamamos) “BLANCA PORFIRIA”.
Mire usted, el verbo “porfiar” significa precisamente eso, insistir. Y alude a cualidades como la tenacidad, la perseverancia. Terquedad, incluso, obstinación. Entre cazadores se dice que quien porfía mata venado.
Así nuestra líder. Lo que no logró bajo el gobierno del ingeniero AMÉRICO VILLARREAL lo va a conseguir a principios de CAVAZOS. Y así se escribió la historia.
Desde entonces ´la democracia sindical y la alternancia desaparecieron de su lenguaje cotidiano. Se entronizaron los valores contrarios. La permanencia en aras de la estabilidad y el orden.
Fue así como la distinguida dama resistió en el cargo bajo gobiernos de distintos colores partidistas. Del PRI al PAN y luego a MORENA, con ese aire distraído que parece desafiar al paso de las generaciones
Y no sabemos por cuántos años más, pues al igual que el general DÍAZ, la señora de tiempo en tiempo dice estar próxima a su retiro, para luego prolongar su estancia, sin el menor asomo de culpa.
Nada hizo, por cierto, la dama, para defender a cientos de trabajadores despedidos entre amenazas y sin indemnización por CABEZA DE VACA. En aras de conservar sus privilegios, jamás dijo esta boca es mía.
Por eso, ahora que los reporteros preguntan a BLANCA si piensa seguir en el cargo y ella responde que lo está pensando, caray, tiene importancia recordar las reiteradas y nunca cumplidas promesas de retiro que viene haciendo desde su llegada.
El anecdotario histórico consigna que don PORFIRIO dijo un día a su compadre el tamaulipeco MANUEL GONZÁLEZ aquello de “no me quiero quedar más”.
Ante lo cual GONZÁLEZ respondió asomándose bajo el asiento, recorriendo con la mirada techo y paredes.
-“¿Qué buscas?”, le dijo DÍAZ.
-“¡Al pendejo que te lo crea!”, respondió GONZÁLEZ.
Lo cierto es que la señora VALLES ha sido un símbolo del inmovilismo y el profundo desprecio a las condiciones salariales de los trabajadores.
Lo cual prevaleció como marca de su reinado, hasta que en fecha reciente el doctor AMÉRICO VILLARREAL ANAYA dispuso un incremento sustantivo en sueldos y salarios.
Pero justo sea el reconocer que el doctor lo hizo por convicción propia y en cumplimiento a las premisas ideológicas del partido guinda. Jamás como conquista laboral del SUTSPET, aunque luego lo digan.
POR CARLOS LÓPEZ ARRIAGA
BUZÓN: lopezarriagamx@gmail.com
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