Dicen que para tener la lengua larga (andar blasonando y señalando gazapos a los demás), hay que tener la cola corta (solvencia moral y éxitos medibles), y el ex mandatario FRANCISCO GARCÍA CABEZA DE VACA no cumple esta sentencia popular, aunque porfíe en llevarnos a su realidad exitosa.
¿Cómo evaluar a un gobierno de manera integral y no solamente a partir de un solo indicador, como la seguridad pública, para evitar caer en conclusiones incompletas, sesgadas y ligeras?
La Konrad-Adenauer-Stiftung México, fundada en 1964, orienta su trabajo por los principios de la libertad, la justicia y la solidaridad, comprometida con el pensamiento del ex canciller alemán KONRAD ADENAUER, conjuntando las tradiciones social-cristiana, conservadora y liberal.
Identificada con el PAN, esta Fundación elabora uno de los indicadores más completos para la evaluación de los gobiernos subnacionales, al que acudo puntualmente cada vez que es necesario, para evaluar objetivamente el resultado de un sexenio.
Me refiero al “Índice de Desarrollo Democrático”, IDDMEX, en donde también colaboran el INE, la empresa “POLILAT” y el Centro de Estudios Políticos y Sociales, CEPOS, del Consejo Coordinador Empresarial.
Se integra por las siguientes cuatro dimensiones: Democracia de los Ciudadanos, Democracia de las Instituciones, Democracia Social y Democracia Económica, las cuales están construidas por 26 indicadores que abarcan los temas centrales del espectro gubernamental.
Dimensión I: incluye la adhesión política, derechos políticos, libertades civiles, compromiso ciudadano, género en el gobierno, seguridad pública y violencia política en razón de género.
Dimensión II: comprende percepción de corrupción, participación en el Poder Legislativo de los partidos políticos, rendición de cuentas, desestabilización,
intervención del gobierno federal en los estados y crisis de gobierno.
Dimensión III: abarca el desempleo, población en pobreza, gasto en salud, mortalidad infantil, analfabetismo, eficiencia terminal en secundaria y gasto en educación.
Dimensión IV: incluye el PIB per cápita, desigualdad, autonomía financiera, inversión y competitividad Estado-sociedad.
Observando lo completo que es este indicador, le propongo medir y calificar al sexenio de CABEZA DE VACA, tomando en cuenta los lugares y calificaciones que obtuvo Tamaulipas en el IDDMEX 2017-2022.
Año uno de CABEZA DE VACA: Impulsado básicamente por el optimismo de la alternancia gubernamental, Tamaulipas se coloca en el primer lugar entre las 32 entidades federativas con un índice de 10.000, siendo calificado como de “alto” desarrollo democrático
Año dos de CABEZA DE VACA: El índice se reduce a 5.466 para colocar a Tamaulipas en el lugar 14, por arriba del IDDMX nacional que fue de 5.010 puntos, siendo calificado como de “medio” desarrollo democrático.
Año tres de CABEZA DE VACA: Obtiene un 3.506 que sitúa a Tamaulipas en el lugar 25, por debajo de la media nacional de 5.662, para obtener una calificación de “bajo” desarrollo democrático.
Año cuatro de CABEZA DE VACA: Logra 7.514 puntos, para que Tamaulipas se coloque en lugar 7 del ranking, por arriba de la media nacional de 5.434 puntos y con una calificación de “alto” desarrollo democrático.
Año cinco de CABEZA DE VACA: Tamaulipas se coloca en el lugar 23, con 3.059 puntos alcanzados en el IDDMEX, por debajo de la media nacional de 4.138 y con una calificación de “bajo” desarrollo democrático.
Año seis de CABEZA DE VACA: Finalmente, Tamaulipas se coloca en el sitio 22 del ranking con 3.044 puntos, por debajo del promedio nacional de 4.264 y nuevamente con “bajo” desarrollo democrático.
Frente al gobierno de MARTÍN OROZCO SANDOVAL en Aguascalientes, que obtuvo dos primeros lugares y no bajó del sexto sitio nacional, o el de FRANCISCO DOMÍNGUEZ SERVIÉN en Querétaro, que anduvo entre los lugares tres y diez, logrando con estos números darle continuidad al PAN en el Poder Ejecutivo en el siguiente sexenio.
O frente al gobierno panista de MAURICIO VILA DOSAL en Yucatán, que ha conseguido tres primeros lugares (10.000) y un tercer sitio en sus cuatro años de mandato, el de FRANCISCO GARCÍA CABEZA DE VACA se queda corto al ser evaluado por un indicador tan completo como el IDDMEX.
Quitando las dos calificaciones altas y las dos bajas que obtuvo Tamaulipas entre 2017 y 2022, para quedarnos con una media y una baja, nos permite concluir que, de acuerdo al IDDMEX, el de CABEZA DE VACA fue un sexenio mediocre (para el “olvido”, como escuché alguna vez).
Mediocridad que provocó la alternancia en 2022 y lo deja sin solvencia para dictar cátedra sobre buen gobierno.
POR JUAN CARLOS LÓPEZ ACEVES