Si Felipe Calderón tiene dudas sobre el veredicto emitido contra Genaro García Luna, los nacionales tenemos muchas más respecto de la forma en que “gobernó” al país siendo un usurpador que sin escrúpulos se adueñó del poder gracias a Fox quien utilizando toda la fuerza del estado violentó el voto popular que favorecía a AMLO en el 2006. Una de tales dudas es la presunción de ignorar lo que hacía el favorito de sus funcionarios. En este sentido debiera estar avergonzado de que siendo el presidente no supiera lo que hacía el endiosado policía. ¡Al diablo con ese cuento!
La realidad es que el ahora refugiado en España fue cómplice y partícipe en alguna medida de los delitos cometidos por el interfecto. El hecho de sostener su inocencia es un atentado a la inteligencia de los mexicas como si fueran los más tontos de esta historia que a medida que avanza va mostrando la crudeza de la corrupción elevada a la N potencia durante los regímenes neoliberales.
¿Por qué Calderón no se sumó a la parte defensora en el señalado juicio ofreciendo su testimonio a favor del delincuente en cuestión?, o atrévase ahora a demandar al gobierno gringo “por falta de pruebas” en la acusación a Genaro, sin embargo, prefiere criticar a distancia y de paso atacar a AMLO al asegurar que es “perseguido político” cuando, por el contrario, en más de una “mañanera” ha quedado claro que no existe ninguna carpeta de investigación en su contra como tampoco contra ningún ex presidente, a pesar de que son directamente responsables de saqueo, inmoralidad administrativa y apropiación del patrimonio social.
En el fondo lo que siente FCH es temor de que aparezca en las evidencias que la fiscalía no consideró necesario presentar para culpar a García Luna. Los gringos son muy hábiles y seguro esperarán el mejor momento para balconear lo que a su interés convenga. No se requiere mucha ciencia para suponer que en este caso el ex presidente está metido de cuerpo entero y estemos ciertos que las autoridades de los EU lo demostrarán en su oportunidad por la sencilla razón de que tienen “los pelos de la burra parda en la mano”, y desde luego el virtual ofrecimiento para que García Luna se convierta en testigo protegido.
Calderón afronta dificultades culposas, de igual forma el partido por él representado como máximo exponente del sistema en su tiempo. El PAN no puede negarlo como pretendió hacerlo con GGL. Imposible destruir la simbiosis de pensamiento y obra con que actuó durante “la docena trágica”. Significa duro revés para la derecha reaccionaria que ha quedado sin voz ante la contundencia del golpe y sin esperanzas de triunfo en Coahuila y Edomex, mucho menos en la elección presidencial del 24.
Por lo anterior no es exagerado afirmar que el PAN al igual que PRI y PRD, va en caída libre, sea sin posibilidades de recuperar las glorias conquistadas por la auténtica oposición. Son los conservadores de ahora impedidos moral y materialmente para el triunfo tras el juicio popular que los ubica en calidad de traidores a la patria. Y ni modo que sea invento.
EXCESO DE CONFIANZA
Por más optimismo que guardemos acerca de la seguridad pública notorio es que el supremo gobierno ha fallado en el intento de procurar paz y tranquilidad. Hacia donde volteemos hay violencia y muchas son las familias que la han sufrido con funestos resultados. Es tal vez el más grave problema que enfrenta la república, por ello no nos explicamos que Rosa Icela Rodríguez permanezca como titular de la dependencia más delicada cuando está claro que no puede con la encomienda. Es una mujer leal, honorable, esforzada pero no es suficiente. Y es que para desempeñar el cargo se requiere algo más que buenas intenciones.
Ella es periodista de profesión, pero no policía. Ha sido rebasada, sin embargo, AMLO se empeña en mantenerla como si no confiara en alguno de los especialistas que abundan al interior de la 4T. Y es tanto el afecto, que la abruma con tareas humanamente imposible de cumplir en tiempo y forma. Rosa Icela por su parte lo agradece halagando con bonitas palabras al presidente cada vez que se presenta la ocasión, como hacían aquellos viejos boxeadores “que todo se lo debían a su manager”.
El presidente la aprecia como a algunos otros(as) en los que encuentra virtudes que no siempre corresponden a la realidad, pero así es AMLO, dueño de sus caprichos como es fácil comprobar en diversos casos.
El asunto es que Rosa Icela “no ha dado el ancho” y es tiempo de que renuncie ahora que encuentra como pretexto la probable candidatura por Morena a la jefatura de gobierno de la CDMX.
SUCEDE QUE
18 de marzo, se avecina la fiesta grande.
Y hasta la próxima
POR MAX ÁVILA