De todos los defectos con los que carga Luis René Cantú como dirigente estatal del Partido Acción Nacional, uno de los más llamativos es su evidente mitomanía.
Ayer, en uno más de sus intentos por defender al ex gobernador Francisco García Cabeza de Vaca, convocó a una rueda de prensa en la que soltó frases que podrían enmarcarse por el uso a discreción de palabras inconexas entre sí.
Como ésta: “No pueden desvariar (sic) la información… No podemos dejar pasar porque al final la confusión que le están queriendo crear a la gente es de mucha inmadurez completamente, es que no, no se puede llevar a cabo esta situación”.
Después se siguió con una larga lista de afirmaciones que no pasan el mínimo ejercicio de verificación.
Dijo por ejemplo: “En aquel momento en campaña el doctor Américo Villarreal llegó a decir que iba a eliminar los C4 y C5 y esa situación…”.
Es verdad que la memoria puede fallar, pero una simple consulta en google basta para confirmar que el entonces candidato de Morena, PT y Partido Verde nunca se pronunció por la desaparición de estos centros de tecnología al servicio de la seguridad.
Pero acaso la más grave de las mentiras que ayer contó el célebre “Cachorro” fue que en la administración panista no hubo hechos graves de violencia.
Así lo dijo: “Faltaron cosas por hacer pero se reconocían, y al final de cuentas hoy más que nunca esa situación que se presentó (difícil saber a qué se refiere, pero suponemos que a los hechos de Matamoros) nunca la tuvimos del 2016 al 2022”.
Otra vez, una consulta rápida a los buscadores o a hemerotecas digitales arrojan resultados sobre hechos igual de lamentables.
O de qué otra manera puede calificarse la masacre de 15 personas inocentes aquel 19 de junio del 2021 en la ciudad de Reynosa, cuando criminales armados salieron a la calle a asesinar civiles al azar.
¿No es tan importante, tan trágico como el asesinato de dos ciudadanos estadounidenses en Matamoros, la matanza de 17 migrantes guatemaltecos en Camargo, Tamaulipas, ocurrida el 22 de enero del 2021?
Con el agravante de que ese asesinato ruin fue cometido por elementos del flamante Grupo de Operaciones Especiales que operaba directamente bajo las órdenes de la Secretaría de Seguridad Pública estatal.
Quizás también haga falta refrescarle la memoria al diputado Félix García, quien ayer se quiso poner a tono con el “Cachorro” y soltó: “Me preguntaban cómo se siente el ánimo en la capital del estado; a diferencia de los últimos seis años ahora estamos con temor porque se ha suscitado un hecho de violencia día con día”.
Quizás el “Moyo” no lo recuerde porque en ese tiempo no vivía en Victoria, pero en el 2017, se fugaron más de 20 reos peligrosos del CEDES local, en una noche violenta en la que asesinaron a por lo menos dos personas inocentes para despojarlos de sus vehículos.
Es probable que tampoco se acuerde de que uno de los evadidos del Penal de Tamatán fue el responsable de asesinar a la activista buscadora Miriam Rodríguez el día de las madres de ese mismo año en San Fernando.
En su papel de diputado debería hacer un poco de memoria y caer en cuenta de que apenas hace unos meses, cuando todavía el cabecismo gobernaba el estado, aquí en la ciudad que a él le parecía muy pacífica, asesinaron a nuestro compañero Antonio de la Cruz.
Sobra decir que el “Cachorro”, el “Moyo”, Gerardo Peña, Imelda Sanmiguel y demás personajes que ayer los acompañaron en su rueda de prensa, pueden hacer política con el tema de la seguridad.
Sería ingenuo exigirles que no lo hagan, pero no está de más pedirles de manera atenta que no intenten vernos la cara de idiotas.
POR MIGUEL DOMÍNGUEZ FLORES