El uso de la mano izquierda de Blanca Valles, se nota por su formación política en el viejo PRI.
Su discurso, es un complemento que comprueba la parte negociadora que tiene.
Ahora en especial, después de esa reunión que tuvo el SUTSPET con el gobernador Américo Villarreal.
Blanca Valles, la eterna Secretaria General del Sindicato de la burocracia del Gobierno, usó esa experiencia.
Al gobernador, lo elevó y lo bajó. A los trabajadores les pidió cerrar filas con el gobierno de Américo y comprender que los inicios no son fáciles.
Incluso, reconoció que los tiempos reclaman unidad, trabajar y hacer equipo pero además, privilegiar coincidencias y caminar juntos.
“No está solo en este gran compromiso”, le dijo en ese 55 aniversario del Sindicato Único de los Trabajadores al Servicio de los Poderes del Estado Blanca al gobernador Américo.
Pero también, le advirtió desde ahora que el SUTSPET, no es un partido o un grupo político.
Le reconoció, para no citar la pluralidad que existe, un “crisol de colores”.
Por muchos, fue interpretado desde ahora que, el sindicato ya no será utilizado para las campañas electorales y menos en el 2024.
En lo institucional, trabajo, cumplimiento y lealtad, pero en lo político, que ni se le ocurra a la Cuarta T utilizar a los trabajadores.
Blanca le dio un “Ya basta” en su cara a los funcionarios del gobierno morenista y hasta abrazó al gobernador.
El PRI y el PAN ya utilizaron al Sindicato, aunque con este último partido, Blanca mantiene una militancia y un gran compromiso.
Por eso, que Morena y menos Héctor Villegas, piensen en arrastrar al sindicato como lo hizo el blanquiazul.
El corazón y la operación política de la dirigencia del Sindicato de Trabajadores del Gobierno, está con el PAN y con Francisco García Cabeza de Vaca.
No es malo que lo aclare, pero las palabras de la Secretaria General son directas. No significa que no pueda tener diálogo con el gobierno de Morena, siendo ella del PAN, claro que se puede.
Lo que llama la atención, es que ese discurso, debió planteárselo al PAN en el 2017, cuando todavía era priista y no lo hizo.
Un momento clave, era ver el rostro que hiciera el Secretario General de Gobierno Héctor Villegas, la reacción que tuviera, pero no, al parecer ni le puso atención al fondo del mensaje de Blanca Valles.
Cuidó no lastimar al pasado y menos ahora, pero eso habla del oficio político de la Secretaria General que tiene 29 años en este cargo.
Plan “B” en picada
Luego que el presidente Andrés Manuel López Obrador, se arroga el monopolio para la violación de las leyes, el mazacote llamado Plan B que consiste en reformas a seis leyes electorales, que dan consistencia y han permitido al INE ubicarse como un órgano, autónomo y respetado. Ahora estaría al garete, con permisividad para que el gobierno federal meta groseramente las manos en el resultado de las elecciones.
El pretendido Plan B que ha recibido un alud de controversias ante la Suprema Corte de Justicia y tachas, por su inconsistencia, se exhibe como un documento que tiene implícito un afán vengativo y perverso de la presidencia.
Pero sobre todo, propios y extraños ven entre líneas el exacerbado temor que tiene el Presidente de perder la sucesión en el 2024.
Sobre todo, porque en los últimos meses sus corcholatas, van en caída libre en las encuestas y de organizarse la oposición con un buen candidato común acabarían mandando a su rancho al presidente, con todo y su proyecto.
Existe toda la confianza apoyada en la manifestación mayoritaria de rechazo a esa reforma que la Suprema Corte de Justicia la echará abajo, como lo ha hecho con muchas otras leyes que manda la Cuatro T, por estar elaboradas a capricho y con los fines insanos de afianzar un gobierno propagandístico, que no tiene pies, ni cabeza.
Qué pretende con reformas como el Plan B, atizar la división y el desencanto, pero sin poder ocultar que el gobierno está aterrorizado con la posibilidad de perder el poder, sobre todo porque en estos pocos años, la gente se dió cuenta que ha revivido al viejo PRI, pero ahora no lo quiere padecer por más de ochenta años.
POR ARTURO ROSAS H.