La muerte de Gina Lollobrígida, la afamada actriz italiana a los 95 años me ha hecho recordarla, como seguramente a muchos otros de mis contemporáneos, por la belleza y los filmes que protagonizó en las décadas de 1950 y 1960.
Aunque estas fueron innumerables, más de sesenta, algunas de las cuales presencié, “Salomón y la reina de Saba” junto a Tyrone Power y Yul Bryner, “La Mujer de Paja”, con Sean Connery y “Cuando Hierve la Sangre”, a lado de Frank Sinatra, fue la comedia (Cuando llegue septiembre) “Tuya en Septiembre” con el actor Rock Hudson la que se quedó grabada en la memoria.
Un filme simpático, sencillo, dulce, que disfruté, a pesar de que soy poco dado al género de las comedias. En mis años juveniles, la belleza de Gina me cautivó, como seguramente debe de haber cautivado a las mujeres de la época el actor, uno de los galanes más cotizados del cine estadounidense, con los que Gina compartió créditos.
Como lo hizo también con Vitorio Gassman, Burt Lancaster y Tony Curtis, en la película “Trapecio”, Telly Savalas, Jean Paul Belmondo, Yves Montand y el actor mexicano Anthony Queen, con este en el Jorobado Quasimodo de “Nuestra Señora de París”.
No obstante que fue galardonada como la Mujer más Bella del Mundo y considerada un símbolo sexual, para mí la belleza de la actriz italiana no era de ese tipo, como fue el caso de la francesa Brigitte Bardot y la norteamericana Marilyn Monroe, a las que se otorgó la misma distinción, la belleza de la actriz italiana no me parecía la de una mujer que alborotaba tanto la hormona erótica. Gina inició su carrera frente a las cámaras y los reflectores como modelo de ropa y concursos de belleza en los que logró algunos papeles destacados, también fue escultora y cuando llegó al medio siglo incursionó en los medios de comunicación como foto periodista en la que tuvo algunos éxitos fotográficos que aún se exhiben en los museos más importantes.
En el año 2013 vendió su colección de joyas y con el producto de la venta dono casi cinco millones de dólares a beneficio de la investigación de terapia con células madre.
En contraste a lo que le sucedió durante su participación en el periodismo gráfico, su paso por la política fue desafortunado, cuando ya andaba en los 73 años, se postuló como candidata a uno de los asientos del parlamento europeo, pero no consiguió ninguno de los correspondientes a su país que se disputaron.
A lo largo de su carrera en el cine obtuvo algunos premios, un globo de oro, otro del festival internacional de Berlín y una estrella en el Paseo de la Fama de Hoolligood, sin embargo, jamás fue nominada para el de los Oscar, la codiciada estatuilla del cine comercial norteamericano.
En su vida personal tampoco fue afortunada. En 1949 se casó con el médico esloveno Milko Skofic, con quien procreó el único hijo, Milko. Luigia, su verdadero nombre, nació el 4 de junio de 1927 en Subiaco y murió el pasado 16 de enero de 2023 en Roma.
Descansa en paz Gina, no me cansaré de agradecerte los momentos de entretenimiento y admiración que despertaste cuando apenas empezaba a conocer el mundo y a caminar por este enigma que se llama vida.
Fue una inmensa alegría haber tenido la suerte de disfrutar de tu presencia en el cine en esa etapa de mi biografía.
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