La redistritación aprobada por el Instituto Nacional Electoral transformó los escenarios políticos de Tamaulipas, y en algunos casos, complicó aún más el panorama para la alianza del PAN-PRI-PRD.
Todas las encuestadoras -desde las patito hasta las más serias- coinciden en que si en este momento miden la competencia partido contra partido, Morena lleva una cómoda ventaja en prácticamente toda la geografía estatal.
Por eso, la lucha por la candidatura del Senado al interior de Acción Nacional se reduce a quienes saben que muy probablemente perderán la elección, pero aspiran a llegar a la Cámara Alta como primera minoría.
Lo mismo pasa en algunos distritos electorales, que resultan muy poco atractivos para los aspirantes a candidatos de la alianza.
Por ejemplo, el distrito 8 con cabecera en Tampico, que a partir del próximo proceso electoral, está conformado por las 193 secciones del puerto, pero también por 107 secciones de Ciudad Madero.
De un momento a otro, mantener este escaño en la Cámara de Diputados que actualmente pertenece a Rosa González Azcárraga, se puso muy cuesta arriba.
La razón es que Madero está convertido desde hace varios años en un bastión de la causa morenista, por la presencia de dos tribus políticas importantes para la 4T: la de Erasmo González y la del alcalde Adrián Oseguera.
Si se mantiene la tendencia de votación abrumadora en favor de Morena, no alcanzaría ni el voto duro del panismo, para conservar esa diputación federal.
Eso explica que entre los aspirantes porteños a un puesto de elección popular, pocos tengan la mira en esa candidatura, porque saben que es una aventura muy sinuosa con pocas posibilidades de éxito.
Ni a Pepe Schekaibán, ni a Mon Marón, ni a la misma Rosa González Azcárraga les interesa competir por la diputación.
Este nuevo paisaje político de Tamaulipas también modifica los pronósticos en otras latitudes, por ejemplo en los dominios de César Verástegui. El Distrito 6, que actualmente es representado en San Lázaro por César Verástegui, ahora tendrá también a un municipio de los considerados grandes en términos electorales, y con amplia presencia morenista.
¿Podrán las 85 secciones electorales de Altamira contribuir para arrancarle a los “Trucos” la hegemonía política de esa región? No suena descabellado.
Claudia vs Marcelo
Aún no empiezan las precampañas de las precampañas de Morena, y se perfila un choque de trenes entre las huestes de Claudia Sheinbaum y Marcelo Ebrard.
La Jefa de Gobierno de la Ciudad de México sigue arriba en las encuestas y mantiene la condición de “favorita” del presidente López Obrador, pero las reglas del juego aprobadas por el Consejo Nacional le dieron oxígeno al ex Canciller.
En el estado, Sheinbaum sigue ganando adeptos en los círculos políticos ligados a la 4T, y Marcelo también empieza a crecer en presencia con redes que lo representan en diferentes regiones del estado, a las que por cierto, empiezan a sumarse figuras ligadas al panismo.
Pese a lo áspero que pueda tornarse este duelo interno, al final, difícilmente habrá una ruptura total entre las “corcholatas”.
Aunque ganas no les falten, el presidente López Obrador mantiene sobre ellos una influencia tal, que de hecho no concluirá cuando termine su sexenio.
