El Caminante se hallaba en un taller de radiadores muy de mañana, pues su viejo Sentra empezaba a hacer gárgaras en el depósito de agua …una ‘sondeadita’ al radiador y retirar el termostato recomendó el experto.
Muy atento estaba observando la cirugía ‘a corazón abierto’ que le practicaban a su patas de hule, cuando un chiflido repentino lo hizo voltear. – ¡Quiubo “Expreso”! – lo saludó Rafael, mejor conocido como el Paye, y veterano en el exigente negocio de los tacos, volcanes y gringas de bistec, trompo y tripa. – ¡Quiabiduuuu! ¿dónde te habías metido mi Paye? – respondió a su saludo el Caminante.
– Pos aquí compi, sufriendo en este valle de lágrimas. – ¿A dio? ¿y eso cómo por qué? – No ves que ya viene el último “bache” del año… – ¿Bache emocional o de la lana?
– ¡De billete mi chavo! ya lo emocional me anda valiendo cacahuate.
– ¿Y eso porqué mi Paye? ¿ya no hay quién compre tacos o todo mundo se puso a dieta? – Pues por lo de siempre mi “Expreso”, por la feria. – ¿La Feria Tamaulipas? – Pos si ¿cuál otra habría de ser? – ¿Les hace mucha competencia? – Peor que eso, hay ciertos días que nomás estamos “mosqueándonos” – ¿Tanto así? ¿y por qué no te pones a vender allá? – Nembe sale bien caro el permiso, y ahí si pa’ que veas que hay mucha competencia.
Vienen muchos foráneos y ni siquiera están buenos sus tacos. – Ah bueno eso sí, me ha tocado cenar en unos puestos que aparte de ‘caciqueados’ te los sirven fríos o de plano saben ‘a trapo’ los tacos – dijo el Caminante.
– ¡Deja eso! a la hora de pagar te salen con un cuentonón de ochocientos pesos o más. – Y entonces mi Paye, ¿cómo le haces estos días? – Nos ponemos solo viernes, sábado y domingo, porque ya para la segunda semana de feria ya todo mundo anda bien gastado.
– Es que adentro de la feria todo es más caro compi. – Mi carnal Meme vende hotdogs y él si se pone afuera del recinto ferial, pero ni creas que le va tan bien.
De hecho hay gente que solo va a la feria ‘a dar la vuelta’ y prefiere cenar afuera, pero son muy pocos. – ¿Y si se resiente mucho en el bolsillo? – La verdad si, para uno que paga sueldos no hay vuelta de hoja, hay que cumplir con los empleados.
Yo al menos soy dueño de mi carretón de tacos, pero hay mucha raza que paga renta o que lo comparte con otro que vende gorditas y flautas por la mañana. – Uchas, pues así como lo pones, la felicidad de unos es el martirio de otros.
– Y no creas que solo es para uno, ve a entrevistar a los de Coppel o Elektra o al “Argüelles” y te dirán los mismo: estos días de feria el efectivo escasea porque la feria deja a todo mundo bien gastado.
– Pero pues ahí viene el fin de año mi Paye, ahí te alivianas ¿no? – ¡Uy compadre! mucha gente me dice eso, pero es porque no se dedican al comercio, aquí con un fin de semana flojo “ya te anda cargando el payaso”, especialmente en los negocios de comida el dinero tiene que estar dando vueltas constantemente, porque la comida no se puede embodegar mucho tiempo, no es como vender zapatos o colchas.
Nosotros todavía vemos muy lejano “El Buen fin” o diciembre. – ¿Y siempre ha sido así cuando hay feria? – Desde tiempos de Geño, pero mira; yo ya tengo añales en este bisne, pero muchos puestos pequeños o que apenas andan probando suerte “el chiquitiaje” como dicen por ahí, esos ‘se los traga el monstruo’ …pa’ que me entiendas, la feria es como una ‘mega franquicia’ que solo viene a succionar el dinero de la capital y se va. – Entonces ‘la misión’ es aguantar hasta que se vaya la feria. – Ojalá así fuera, los efectos se sienten todavía una quincena después.
– ¿Hasta cuándo? – A veces hasta finales de noviembre o cuando les sueltan la mitad del aguinaldo a los de gobierno, ya sabes, pa’ hacerlos caer en la trampa del ‘Buen fin’. – ¿Y mientras tanto mi Paye? – “Agua y ajo” a aguantarse y ajoderse… – ¿Tons no vas a ir a la feria? – preguntó el vago reportero. – ¡Ah claro! ya fui a ver a los Invasores y el jueves voy a ver a Liberación. – ¡No te digo! – Pos ya que compi, de perdido que sirva de algo la feria jajaja.
El Paye se subió a su ‘estaquitas’ y pegó la carrera rumbo a su colonia en el oriente de la ciudad. Si bien la feria Tamaulipas es un evento de entretenimiento familiar, artístico y cultural, también puede ser un dolor de cabeza para un sector del comercio local, en especial para aquellos que venden comida.
Ojalá este año no les pegue muy fuerte a toda esa raza chambeadora que vive al día. Demasiada pata de perro por esta semana.
POR JORGE ZAMORA




