Luego de una larga lucha y de muchos intentos por llevar a la ley de manera íntegra la obligación de que haya representación de mujeres en todos los cargos públicos, finalmente en 2019 se aprobó la llamada “paridad en todo”.
Desde entonces, las autoridades locales y los institutos y tribunales electorales están obligados a garantizar que la mitad de los cargos de decisión sean para las mujeres en los tres poderes del Estado, en los tres órdenes de gobierno, en los organismos autónomos, y en las candidaturas de los partidos políticos a cargos de elección popular.
En la elección del 2024 esta medida se somete a una prueba de fuego, pues se renovarán nueve gubernaturas, miles de alcaldías, legislaturas locales y el Congreso Federal.
En todos los casos, deberán establecerse las bases para que el 50% de esas posiciones sean ocupadas por mujeres. Ahora mismo, al interior del Consejo General del Instituto Nacional Electoral se libra un debate que podría tener implicaciones para las proyecciones políticas de todo el país, incluido Tamaulipas.
El polémico acuerdo aprobado por las Comisiones Unidas de Prerrogativas y Partidos Políticos y de Igualdad de Género y No Discriminación del INE, para que se garantice la postulación de al menos cinco mujeres en las
nueve entidades donde se elegirán gubernaturas y la Jefatura de Gobierno de la Ciudad de México, ha puesto sobre la mesa otro concepto en el centro del debate.
Se trata del principio de alternancia de género, que en caso de aprobarse, sentaría las bases para que en el 2028, los partidos políticos en Tamaulipas estén obligados a postular mujeres en la elección por la gubernatura. Es decir, el estado tendría a su primera gobernadora.
Este concepto indica que si en un periodo determinado quien ocupó el cargo a la gubernatura fue hombre, el siguiente tendrá que ser mujer. Se trata de un método para emparejar la balanza en la República Mexicana donde actualmente apenas nueve mujeres están al frente de entidades federativas.
Y además, para que estados como Tamaulipas, por primera tengan a una gobernadora. Si bien en el estado se ha avanzado en la lucha por la paridad de género -en el Congreso del estado hay 18 diputadas y 18 diputados, y el Gabinete estatal está equilibrado- en buena parte de los puestos de elección popular sigue habiendo una desventaja considerable para las mujeres. De los 43 ayuntamientos de Tamaulipas, apenas 18 tienen una alcaldesa, pero la proporción empeora si se considera la población que gobiernan las mujeres pues en conjunto sus municipios reúnen apenas a 619,001, lo que equivale al 17% de los 3 millones y medio de personas que habitan Tamaulipas.
Estas cifras revelan que las medidas adoptadas por las autoridades electorales no han sido suficientes, pues los partidos políticos siguen cumpliendo la cuota de género en los municipios con menor población y por ende, los que manejan menos presupuesto.
El rezago de la presencia de la mujer en la vida pública de Tamaulipas también se hace evidente en las competencias por la gubernatura.
En toda la vida democrática de la entidad, solo tres mujeres han sido candidatas oficiales para gobernar el estado: en 1992, Juana García Palomares, por el Frente Cardenistas de Reconstrucción Nacional; y en 1998, Elizabeth Calderón Contreras por el PT y Nelly López Vera por el Partido Verde Ecologista de México.
Desde entonces, ninguna mujer ha aparecido en la boleta por la gubernatura, lo que daría la razón a los consejeros del Instituto Nacional Electoral que impulsan el acuerdo para que cinco de las nueve gubernaturas en juego el próximo año sean para mujeres, y para que se aplique el principio de alternancia de género.
En un primer intento por aprobar esta medida en el Consejo General, el jueves por la noche no hubo acuerdo pues algunos consejeros no estaban de acuerdo con la fundamentación, aunque aseguran que la mayoría sí está a favor en lo general.
Por ello, se espera que la próxima semana el tema vuelva a tratarse hasta que finalmente sea aprobado. El asunto ha desatado la oposición de prácticamente todos los partidos políticos, opositores y oficialistas, que en esta ocasión se han unido contra el acuerdo de paridad.
Al respecto, las consejeras del INE han revelado su sorpresa: “No me imaginé que este proyecto generara tantas reticencias, porque garantizar la paridad en las postulaciones para las gubernaturas es algo que ya debe formar parte de nuestra regularidad democrática. Me parecía que ya tenían interiorizado que esto tenía que ocurrir”, afirmó Dania Ravel.
“Son decisiones para cumplir con un mandato constitucional, el principio de paridad de género está previsto en la Constitución, y a partir de la reforma de 2019 es un eje rector de todos los trabajos del Estado mexicano”, sostuvo.
La consejera Carla Humphrey coincidió con su compañera y aseguró que incluso en el acuerdo se debía establecer también la paridad en la Presidencia de la República.
“Creímos que este tema ya no iba a estar a discusión en los siguientes procesos electorales, porque claramente estábamos en la vía correcta del cumplimiento y aplicación de un principio constitucional, como es el de paridad, […] que irradia a todos los órganos del Estado y a todos los niveles de gobierno”, dijo.
ALTERNANCIA DE GÉNERO EN LA LEY
La confirmación de la alternancia de género que confirmaría que Tamaulipas tendría su primera mujer gobernadora en el 2028, también puede llegar por la vía de una reforma legislativa en el Senado de la República. El mes pasado, un grupo de legisladoras de todos los partidos presentaron una iniciativa en ese sentido.
Argumentaron que en los últimos 26 años ha prevalecido una brecha de desigualdad en perjuicio de las mujeres para acceder y ejercer el cargo de gobernadoras en las entidades federativas.
Agregaron que este puesto lo han ocupado en 166 ocasiones hombres y únicamente 14 veces mujeres, mientras que los estados de Baja California Sur, Coahuila, Chiapas, Durango, Guanajuato,Hidalgo, Jalisco, Michoacán, Morelos, Nayarit, Nuevo León, Oaxaca, Querétaro, San Luís Potosí, Sinaloa, Tabasco, Tamaulipas y Veracruz nunca han sido gobernados por ellas.
La propuesta fue realizada por las senadoras Claudia Edith Anaya Mota y Silvana Beltrones Sánchez, del PRI; Kenia López Rabadán y Josefina Vázquez Mota, del PAN; Patricia Mercado Castro, de Movimiento Ciudadano; Geovanna Bañuelos De la Torre, del PT. Sasil de León Villard, de Encuentro Social; Martha Lucía Micher Camarena, de Morena; Nuvia Magdalena Mayorga, del PVEM; y Nancy de la Sierra Arámburo, del Grupo Plural, suscribieron una iniciativa que adiciona un párrafo sexto a la fracción 1, del artículo 116 de la Constitución.
El proyecto propone que la elección de gubernaturas de los estados de la República deba ser alternada entre hombres y mujeres en cada periodo electivo. De igual modo, contempla que este precepto se aplique para el caso de la designación de gubernaturas sustitutas, interinas o provisionales.
Las legisladoras aseguraron que la propuesta busca armonizar el principio de paridad y alcanzar una igualdad real de oportunidades en el goce y ejercicio de los derechos humanos de las mujeres, por lo que consideraron que se requiere incorporar un principio de alternancia de género a nivel constitucional en la renovación de las gubernaturas de los estados.
“Se propone adicionar un párrafo sexto al artículo 116, fracción 1 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos y establecer, como base obligatoria, la alternancia de géneros en los comicios constitucionales, que permita a las mujeres ocupar el cargo de gobernadoras”.
De aprobarse el proyecto, consideraron, representaría un avance progresivo en el ejercicio de los derechos político-electorales de las mujeres, pero sobre todo garantiza la igualdad sustantiva”, destaca el documento.
La iniciativa de las legisladoras se turnó a las comisiones unidas de Puntos Constitucionales, Para la Igualdad de Género y de Estudios Legislativo Segunda.
Este principio de alternancia de género es el mismo que se aplicaría en Tamaulipas, para que los partidos postulen a una mujer en la primera posición de sus candidaturas para el Senado, toda vez que Morena y el PAN fueron representados por hombres en la última elección.
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