TAMPICO, TAMAULIPAS.- Una posible reubicación de los mapaches que han invadido la zona urbana es difícil, debido a la gran cantidad de animales que hay actualmente en el sur de Tamaulipas, expresó un especialista.
Alain Yusef Lamas Aguilar, técnico en manejo de vida silvestre, precisó que esa especie ya es común verla en domicilios y en empresas por lo que solamente resta contar con planes de captura para su posterior entrega a la PROFEPA.
Lamentó que algunos ciudadanos tomen la decisión de envenenarlos para acabar con el problema.
Estimó que ya son miles los mapaches que deambulan por diferentes puntos del sur de Tamaulipas, incluida la zona centro de Tampico.
“El mapache se reproduce rápidamente, viven en manadas, son fáciles de adaptarse a casi cualquier tipo de ecosistema, son animalitos oportunistas en la cuestión del alimento, estamos enfrentando un caos porque se meten a las empresas y les causan desastres, los seguros no cubren todo tipo de daño, en este caso el de control de fauna no lo cubren y la PROFEPA puede acudir pero cuando hay una denuncia”, mencionó.
“En el caso de la zona centro alrededor tenemos el río, muchos lugares donde estos animalitos dependen de ese líquido y es ahí donde se resguardan, pueden recorrer grandes distancias en la noche que no hay nadie, es cuando ya empezamos a ver un impacto, sucede que tristemente la respuesta de la ciudadanía es envenenarlos, no se ponen trampas como lo harían en Estados Unidos, le ponen veneno y es la opción más breve que pueden encontrar”, mencionó.
El también director de Terraptil Zoomovil Educativo, comentó que al no ser una especie que está en riesgo, no es facil poder controlarla debido a su elevado número.
“Reubicarlos como tal no pero sí aprender a tener un plan de captura, el cual no mata al animal y se le puede entregar a la PROFEPA, podrían ser talleres o cursos como el que nosotros como iniciativa privada le brindamos a los cuerpos de ASIPONA, los cuerpos de auxilio para el manejo de grandes saurópsidos”, indicó.
El pasado miércoles, un mapache apareció muerto en una calle de la zona centro, desconociéndose si el animal fue envenenado o arrollado por algún vehículo.
Por Benigno Solís/La Razón