SONORA.- A dos días de que concluya 2023, un buzo pescador de 21 años de edad murió atacado por un tiburón blanco cuando buscaba callo de hacha a ocho metros de profundidad en el Puerto de Yavaros, Sonora.
El joven originario de la localidad de Moroncarit, en el municipio de Huatabampo, de nombre Víctor Alejandro Soto García, es el cuarto buzo pescador que pierde la vida por mordedura de tiburón en Sonora entre 2018 y 2023.
Los restos de Víctor Alejandro, que fueron rescatados del agua por sus compañeros alrededor de las 13:00 horas, llegaron al muelle donde ya lo esperaban autoridades de Capitanía de Puerto, Cruz Roja y Policía Municipal, así como decenas de pobladores que observaban a lo lejos.
El joven buzo presentaba una mordida en un costado de su cuerpo y la falta de una de sus extremidades, lo que provocó su muerte, a decir de los paramédicos.
Elementos de la Fiscalía General de Justicia del Estado de Sonora, acudieron al lugar para realizar el peritaje correspondiente y hacer el levantamiento del cuerpo.
El primer ataque de tiburón a buzos pescadores de Sonora ocurrió en diciembre de 2018 en Puerto Peñasco, el segundo en febrero de 2022 en Yavaros, el tercero en enero de 2023 en Paredón Colorado, municipio de Benito Juárez, y ahora el cuarto, en diciembre de 2023 nuevamente en Yavaros.
Expertos de las organizaciones Pelagios Kakunjá y Ecología Cielo, Mar y Tierra, sostuvieron una plática a principios de año con buzos pescadores de Sonora con el fin de darles algunas recomendaciones para poder entender el comportamiento de los tiburones blancos, coexistir con ellos y en la medida de lo posible, prevenir accidentes.
De entrada, los doctores Mauricio Hoyos y Omar Santana, dieron a conocer que los meses de mayor presencia de tiburón blanco en el Golfo de California, son diciembre y enero, que es cuando las hembras preñadas entran a la zona en busca de áreas de crianza.
Los expertos con 20 años de experiencia en el monitoreo y estudio del tiburón blanco (Carcharodon carcharias), consideraron que las interacciones de esta especie con los seres humanos, que no forman parte de su dieta, se deben a que el depredador con 11 millones de años de presencia en el planeta, los confunde con un lobo marino, que es su alimento preferido.
Explicaron que para que se registren estas interacciones, se deben conjugar varios factores que son propicios para que el tiburón piense que el buzo pescador es su presa, por lo que presentaron las siguientes recomendaciones:
– No alejarse demasiado de la costa: esto aísla a un individuo y, además, lo coloca muy lejos de la asistencia.
– Evitar estar en el agua durante la oscuridad o en las horas del crepúsculo cuando los tiburones son más activos y hay poca visibilidad en el agua.
– Tener especial cuidado cuando las aguas son turbias.
– Evitar las zonas donde existan colonias de pinnípedos (lobos marinos, leones marinos o focas), vertientes de aguas residuales o donde exista actividad de alimentación.
– No entrar al agua si se sabe que hay tiburones presentes.
– No entrar al agua si sangra por una herida abierta, y
– Evitar las salpicaduras excesivas cuando se tiran al mar.
Mauricio Hoyos sugirió a los buzos pescadores siempre estar atentos a su entorno, ya que el tiburón blanco no avienta la mordida inmediatamente cuando cree haber encontrado a su presa, porque es muy desconfiado, y por lo menos los estuvo rondando alrededor de 40 minutos.
Dijo que es un error despojarse rápido de los plomos y subir a la superficie; lo más seguro es acercarse a alguna estructura como arrecife o roca, para reducir los ángulos por los que el tiburón puede acercarse, y es sumamente importante el contacto visual, nunca hay que perderlo de vista, incluso, señaló que se puede utilizar un doble visor en la nuca, para que parezca que siempre lo están observando.
CON INFORMACIÓN DE EXCELSIOR