El día de ayer, la recién nombrada ministra de la Suprema Corte, Lenia Batres Guadarrama tomó posesión de su cargo que desempeñará por 15 años. La renuncia de Arturo Saldívar generó la vacante que abrió paso a su designación.
Una mujer que, desde los 13 años se integró en las juventudes del Partido Socialista Unificado de México (PSUM), en el que militaban sus padres, Cuauhtémoc Batres y Rosario Guadarrama, maestros normalistas, quienes le pusieron Lenia en homenaje a Lenin, líder de la Revolución Rusa; también fue militante del Partido de la Revolución Socialista (PRS), fundadora del Partido de la Revolución Democrática (PRD) y diputada federal por este partido, así como funcionaria en gobiernos de la 4T, según una publicación de Expansión Política. Sin embargo, no aparece en el padrón de militantes de Morena.
En su mensaje, la ministra Lenia Batres destacó el cambio de paradigma constitucional en México y el mundo, especialmente después de la reforma de 2011, donde los derechos humanos ocupan un lugar central en la legislación; reconoció la importancia de la Suprema Corte en la protección de derechos, especialmente en temas como la no discriminación y el libre desarrollo de la personalidad.
Sin embargo, también señaló que existen derechos poco desarrollados, especialmente en áreas como la igualdad, justicia social, seguridad ciudadana y garantías penales. Se destaca la necesidad de fortalecer la protección de derechos como el trabajo, seguridad social, salud, educación, vivienda y medio ambiente.
Además, criticó lo que considera una falta de atención de la Suprema Corte a problemas sociales urgentes, centrándose en casos con implicaciones políticas en lugar de abordar temas fundamentales; también planteó la necesidad de un activismo judicial enfocado en resolver problemas reales del país.
Incluso, señaló diversas actuaciones de la Suprema Corte, que ella considera como excesos, extralimitaciones, al otorgar suspensiones inadecuadas y asumiendo funciones legislativas. la importancia de respetar la jerarquía normativa y no subordinar la Constitución a las decisiones de la Corte.
Académicos como Luis Carlos Ugalde, expresidente del IFE y director de Integralia, criticó su discurso por considerar que su opinión sobre la Suprema Corte es injusta y que confunde la función de la Suprema Corte, pues el calificativo de “la ministra del pueblo” sólo la convierte en una “diputada judicial” que se sumará a las ministras Loretta Ortiz y Yasmín Esquivel para defender la política de la 4T.
No obstante, Lenia Batres Guadarrama calificó de enorme halago que la llamen la “Ministra del Pueblo”, lo que acepta con honor y con la responsabilidad que merece por los próximos 15 años.
¿Usted, qué opina?
POR NOHEMI ARGÜELLO SOSA