CD. VICTORIA, TAM.- El 2023 quedó marcado por la grave sequía que deja muy malos augurios para el 2024. De acuerdo a la Secretaría de Recursos Hidráulicos para el Desarrollo en Tamaulipas (SRHD) el año pasado faltó de llover un 31 por ciento de lo que debe de registrarse anualmente. Entonces, solo cayó un 69 por ciento de los 790 milímetros que debieron haberse presentado de forma normal.
Dicho porcentaje corresponde a 545 milímetros de precipitaciones habidas, faltando entonces 245 milímetros para llegar a la media histórica.
El titular de la SRHD, Raúl Quiroga, detalló que de las últimas 4 décadas, este año ha sido de los peores para Tamaulipas.
“El registro de lluvias en el año 2023, fue del orden de 545 milímetros que representa el 69% del histórico de 790 milímetros en el Estado de Tamaulipas, siendo uno de los años con menos lluvias en el periodo reciente de 39 años (1985 2023)”.
Entre los daños ocasionados por la escasez de lluvia, fueron pérdidas generales en más de 300 mil hectáreas a nivel Estado en los meses de enero a diciembre. También la falta de agua en las redes domésticas principalmente de la zona centro del Estado, donde se asentaron los tandeos desde inicios del pasado año y en este mes de ene ro cumplieron también un año completo de imprentas este programa para abastecer a los más de 350 mil habitantes de la capital, Victoria.
DIFÍCIL 2024 PARA EL CAMPO
Asociaciones de productores agrícolas de diferentes regiones advierten que en algunos casos ni siquiera llegarán a sembrar. La Asociación de Usuarios de Riego 050 Acuña Falcón, dependientes del agua de dos presas inter nacionales que en estos momentos están en niveles decadentes alertan sobre esta situación.
Dependen de la lluvia que pudiera caer en próximos meses y que aumente los niveles de la presa “La Amistad”, en el Estado de Coahuila y que en estos momentos sólo cuenta con el 28 por ciento de su capacidad, al igual que “La Falcón”, del municipio de Guerrero, Tamaulipas, que tiene a hoy día solo el 17 por ciento de su totalidad.
De acuerdo a la CONAGUA, si estas continúan a la baja, no habrá entonces recurso para el campo, pues todo será dirigido para el consumo humano y nada más.
Por lo que peligran los productores de Coahuila, Nuevo León y Tamaulipas en caso de que no hayan lluvias de por medio, advirtió José Manuel Silva Anguiano, responsable de la Asociación de Usuarios de Riego 050 Acuña-Falcón. “La sequía que se abate sobre esta vasta región obligó a la Comisión Nacional del Agua con sede en Monterrey, Nuevo León, a enviar una solicitud de los productores afectados por la sequía a enviar a Conagua Ciudad de México para que autorice la de rivación de al menos 7 millones de metros cúbicos de la presa ‘Lafragua’, cercana a Piedras Negras”, expuso Silva Anguiano.
ZONA CAÑERA, EN CRISIS
La sequía que azotó desde el verano pasado la zona agrícola de El Mante y que se ha extendido al pre sente invierno, causará este año pérdidas directas por más de 150 millones de pesos al sistema pro ducto arroz de la zona y tendrá un impacto negativo a la economía regional.
Y es que el cultivo del cereal irremediablemente quedó suspendido luego que la presa “Las Ánimas” no dispone de suficiente capacidad de agua para garantizar el riego al cultivo de arroz.
Luis Bueno Torio, presidente nacional del Sistema Producto Arroz, vislumbró una catástrofe agrícola y económica para la región de El Mante causada por la ausencia de lluvias, y particular mente para las superficies agrícolas de riego, cuyo sistema de irrigación depende de la presa Las Ánimas, que ante la ausencia de precipitaciones pluviales no ha logrado recuperar sus niveles de agua y ha obligado a la suspensión de cultivos para el ciclo p-v.
“Nuestras siembras son de enero a mayo y durante ese lapso no se pronostican lluvias, para las siembras del 2025 estamos metidos en un serio problema ya que sino hay agua no hay siembras y no sabemos qué hacer con toda la gente trabajadoras, nuestros gastos, financiamientos todo parado, dejaremos de producir mínimo unas 15 mil toneladas del cereal en la región”.
Y es que mencionó que, las esperanzas de salvar el ciclo agrícola de p-v 2024 se desvanecieron a finales del año pasado, cuando la temporada de huracanes y tormentas tropicales finalizó sin ningún aporte de agua a la presa y para las superficies agrícolas, las cuales permanece áridas.
Bueno Torio lamentó que, tan solo por suspender este año el cultivo del arroz, la región de El Mante dejará de percibir más de 150 millones de pesos y seguramente impactará la estabilidad económica, explicó que dicha derrama se genera por concepto de pago de jornaleros en campo y arro ceras, operadores tractoristas, camioneros y de trilladoras, así como del consumo de diésel.
“Se viene una crisis muy fea para El Mante y lo que llama la atención es que no está reaccionando el gobierno a tiempo, ya tendríamos que estar implementando programas y estrategias para disminuir ese impacto y no esperar a estar en plena crisis para reaccionar”. También la afectación a alcanzado al cultivo de caña, de granos y de hortalizas y esto ha dejado a los productores en la quiebra y con muchas deudas.
PANORAMA DESALENTADOR EN LA GANADERÍA
Los embates persisten para el sector pecuario de la región de El Mante, cuyos integrantes desde ahora ya vislumbran un panorama desalentador al no tener ningún motivo que les genere esperanza para que esta actividad del sector productivo aspire a re cuperarse, por lo menos este año que recién inició.
Edgar Fidel Salazar Ramírez, productor pecuario de la zona temporalera de El Mante, quien acep tó que la actividad del campo está padeciendo una de las crisis más crudas de los últimos años, en lo particular, la ganadería viene arrastrando elevadas pérdidas económicas a causa del siniestro de sus animales, pero también por verse obligados a mal baratar sus animales para anticiparse a la muerte del hato y a perderlo todo.
El principal problema está centrado en la esca sez de agua, pues desde hace un par de años no se registran lluvias copiosas y de fuerte intensidad para aportar mejoría en los niveles de la presa “Las Ánimas”, su principal fuente de abasto para las superficies de temporal, derivado de ello señala que, los pastos ya se agotaron y el precio de las pacas para alimentar el hato se triplicó.
“El precio del ganado no ha mejorado, la presa no garantiza el abasto de agua que el sector pecua rio demanda, y a esto le sumamos que no hemos tenido apoyo, el panorama para nuestra actividad es devastador, al menos así se percibe actualmente”.
Salazar Ramírez agregó que, por si fuera poco, las autoridades han endurecido los requisitos para mantener la comercialización de ganado de exportación, actividad que medio salvaba a los ganade ros por un pago un poco más justo. Estas han sido algunas de las causas que han orillado a que desde el año pasado los productores pecuarios en su desesperación se deshagan de sus hatos, “este año no será la excepción, ya la gente está empezando con ventas tempranas para no perder en exceso este año”.
POR ANTONIO H- MANDUJANO/ RAMIRO ORTEGA
