5 diciembre, 2025

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Impunidad

EL FARO / FRANCISCO DE ASÍS

Impunitas, impunitatis (libertad absoluta, desenfreno, exceso que no recibe freno o castigo alguno) y es la cualidad de la que goza el impunis (sin castigo, indemne). Es decir, quedar sin castigo a pesar de haber cometido una falta o delito.
De acuerdo con la Encuesta Nacional de Victimización y Percepción sobre Seguridad Pública (ENVIPE) 2023 del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), en 2022 ocurrieron 26.8 millones de delitos en México (Aún no hay datos de 2023) de estos solo en el 1.2% hubo castigo a quienes cometieron el delito, lo que significa que en 26.5 millones de casos no hubo ninguna investigación ni consecuencia.
Ante la abrumadora cifra de delitos que permanecen impunes, los ciudadanos reaccionamos temerosos y reacios a denunciarlos puesto que o no hay resultados o el proceso es tan deficiente que no llega a los jueces o cuando llega a los jueces aun lleva fallas y si logra superarse lo anterior aún está la posibilidad que actúe el mayor cáncer de nuestra sociedad en México, la corrupción.
En 2017 entró en vigor el Sistema Nacional Anticorrupción como respuesta al grado de corrupción encontrado en el gobierno y para coordinar a las distintas autoridades de los tres órdenes de gobierno que tienen la responsabilidad de promover la rendición de cuentas y el combate a la corrupción. A la fecha poco o nada ha aportado este mecanismo.
La organización Impunidad Cero publicó en su reporte Percepción de Impunidad 2022 que de acuerdo con el Índice de Impunidad (IGI-2020) México ocupa el lugar 60 de 69 países evaluados, que, en delitos de alto impacto social como el homicidio doloso, la impunidad directa ronda el 90%, que la cantidad de delitos que no se reportan sigue siendo altísimo (93.3%) y una bajísima efectividad en la resolución de los casos que investigan las fiscalías estatales (15.3%).
Un caso dramático que ha cobrado cada vez mas importancia es el de los desaparecidos, la Comisionada Nacional de Búsqueda de Personas (CNB) Karla Quintanilla presentó su renuncia el 24 de agosto al tener diferencias con el presidente acerca del número de personas desaparecidas en este sexenio así como también la renuncia de Alejandro Encinas a la subsecretaría de Derechos Humanos para unirse a la campaña de Claudia Sheinbaum pero dentro de tensiones con el ejército por archivos relativos a la desaparición de los normalistas de Ayotzinapa. De acuerdo con el Registro Nacional de Personas Desaparecidas y No Localizadas, a mayo del año pasado iban 42,029 personas desaparecidas en el sexenio.
Sin duda existen soluciones para combatir la impunidad, el Banco Interamericano de Desarrollo en su blog Sin Miedos publica: Al igual que Argentina, México ha sido uno de los países latinoamericanos que se ha demorado más, en la implementación de la reforma al sistema de justicia criminal a nivel nacional, debido a entre otras cosas, a su sistema político federal. Y hace las siguientes recomendaciones:
Priorizar delitos para una persecución penal efectiva. Cuando todo es prioridad, nada es prioritario. Tener una política criminal con una visión sistémica permite a los países dirigir recursos y asignar responsabilidades de manera más eficiente para prevenir, perseguir y sancionar el delito.
Implementar un plan de persecución penal a nivel federal y estatal. Es importante separar las funciones de la fiscalía federal de las fiscalías subnacionales según el tipo de delito y los recursos disponibles. La investigación criminal a nivel federal debería estar focalizada en los crímenes de alta complejidad (narcotráfico, trata de personas, etc.) y dejar los delitos menores a las delegaciones estatales.
Asignar el personal de acuerdo con un nuevo perfil institucional. En el caso de una reforma penal, es vital que el personal esté capacitado para desarrollar investigaciones criminales de alta y baja complejidad.
Mejorar el acceso a información de calidad para la investigación criminal. Para investigar, perseguir y sancionar el delito es vital contar con información de calidad sobre los distintos mercados criminales. Es esencial que la Fiscalía cuente con una Unidad de Análisis Criminal que trabaje en colaboración con las unidades de análisis regionales para tener una visión nacional del mapa del crimen.
Promover canales de comunicación con la ciudadanía. Es fundamental facilitar la denuncia de delitos, mejorar la atención a las víctimas y la instalación de mecanismos de comunicación, transparencia y rendición de cuentas.
Sin duda soluciones hay, lo que no hay es voluntad para resolver el problema. Probablemente tendremos que solucionar el tema de la complicidad entre la delincuencia y las autoridades. Mientras tanto como dijo María Herrera, madre de cuatro hijos desaparecidos expreso su frustración con la frase, “México es un panteón clandestino”.

POR FRANCISCO DE ASÍS

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