Esta semana el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) publicó datos relacionados con la inflación en nuestro país, y, lo que muestran dichos datos parecen mostrar un escenario complicado para la economía mexicana.
Los datos mostrados corresponden a la primera quincena de enero de 2024 y muestran que la inflación general anual se ubicó en 4.89 por ciento, lo que representó un aumento de 0.49 por ciento respecto al mismo periodo para el año pasado. Y, es el mayor nivel de inflación que se ha registrado desde 2021.
Es muy seguro que nuestro bolsillo ya haya notado el aumento en diversos productos que solemos consumir. Este aumento se debe al cambio que se experimentó en la inflación no subyacente, que, aunque se mostró a la baja fueron los productos agropecuarios los que presentaron un aumento de 2.42 por ciento.
Las frutas y verduras son los que han experimentado un mayor aumento en el precio. Y, ha sido una sorpresa enorme ver que el precio del tomate presenta un alza de 25.64 por ciento en el precio. Aunque es el producto que mayo variación presentó, no es el único. Por ejemplo, el tomatillo tuvo un aumento de precio de 8.71 por ciento; la cebolla registró un aumento de 7.16 por ciento.
Cabe señalar que, aunque estos aumentos han sido visibles al momento de hacer nuestras compras, Tamaulipas es de las entidades que han presentado variaciones en el índice de precios menor al promedio del país. Esto se debe a que en nuestro estado la variación quincenal de la inflación fue de 0.25 por ciento, lo cual es significativamente menor a 0.49 por ciento de la variación antes mencionada. De acuerdo con datos del Inegi, la ciudad de Tampico fue la tercera ciudad con variaciones debajo del promedio nacional (0.23 por ciento).
La cuesta de enero siempre es complicada, pero con estos datos de inflación se observa un panorama un poco más complicado de lo usual. Este escenario parece mostrar que el Banco de México (Banxico) seguirá con su postura de tasa de interés altas, por lo que la posibilidad de recortes se va a retrasar más de lo esperado.
Ahora bien, estos datos ¿cómo pueden afectar a nuestras finanzas familiares? La respuesta no es exacta, pero esta puede deberse a la adaptabilidad y toma de decisiones de nuestro hogar. Es crucial que realicemos un presupuesto o revisemos el ya existente; es importante identificar nuestros gastos y poner atención a aquellos que sean flexibles y de los que se pueden prescindir, ya que esto hará que nuestro bolsillo no se vea expuesto a presiones derivadas del aumento de precios.
En tiempos de inflación, el ahorro juega un papel importante. Por lo que explorar alternativas de inversión que brinden rendimientos que superen la inflación son una estrategia inteligente. Además, hay que estar al tanto de las políticas económicas, para ajustar las estrategias financieras familiares, en caso de ser necesario.
Por otro lado, si se cuenta con inversiones es un buen momento para pensar e identificar opciones para que nuestras inversiones se diversifiquen, claro está que deben ser opciones financieras que brinden los rendimientos deseados, pero también que se ajusten a nuestra elección de riesgo.
En conclusión, la inflación no solo es un indicador económico, sino un factor que influye directamente en el día a día de las familias. Ante este desafío, la planificación financiera cuidadosa y la toma de decisiones estratégicas son la clave para mitigar los impactos y garantizar la estabilidad financiera en el hogar.
POR ANGÉLICA GONZÁLEZ




