La elección en el sur de Tamaulipas atrae las miradas por varias razones, pero sobre todo por su trascendencia económica y social.
La zona conurbada que integran Tampico, Madero, Altamira y el norte de Veracruz es una de las regiones con mayor crecimiento del estado.
Sus dos puertos de altura, su corredor industrial y su vocación energética la sitúan como un territorio de mucha trascendencia para la política nacional.
Altamira es el municipio del estado con mayor crecimiento poblacional con una tasa del 2.1.
Las cifras del INEGI son reveladoras: en el año 2000, la ciudad tenía 127,664 habitantes; un par de décadas después, ya había 269,790 residentes.
La clave en este incremento exponencial es el desarrollo de la industria petroquímica y de su puerto industrial.
La tendencia, de acuerdo a todos los indicadores económicas, se mantendrá en los próximos lustros.
El otro gran polo de inversiones es Tampico, que en los últimos años ha consolidado una vocación turística y de servicios que la convierte en la ciudad del estado más atractiva.
Mientras que Ciudad Madero, con la refinería y la terminal marítima de Pemex, sigue siendo un referente para la industria petrolera, lo que se suma al crecimiento de la playa Miramar donde se contemplan obras inmobiliarias importantes.
En conjunto, en esos tres municipios habitan 773,285 personas, de los cuales poco más de 610 mil aparecen en la lista nominal, es decir, están registrados para votar en la elección del 2 de junio.
Esta cifra es mayor a la de cualquier ciudad del estado, incluida Reynosa que tiene el padrón más amplio con 574 mil potenciales electores.
Por eso, para Morena resulta tan apetecible ganar la alcaldía de Tampico y refrendar su control de los ayuntamientos de Madero y Altamira; y también por ello, el PAN busca a toda costa retener el puerto y de ser posible, extenderse en el territorio sureño hacia alguna de las dos ciudades vecinas.
La percepción en estos momentos, y las cifras que arrojan todas las encuestas, permiten pronosticar que Armando Martínez no tendrá mayor problema para ganar la reelección, y que si no sucede nada extraño de aquí al 2 de junio, Erasmo González Robledo será electo como el nuevo presidente de Ciudad Madero.
La madre de todas las batallas, entonces, se concentra en Tampico.
Ahí, Monica Villarreal Anaya y Rosa González Azcárraga protagonizan una de las competencias más intensas: una con la marca Morena como estandarte, y la otra con la de Chucho Nader.
A diferencia de Altamira y Ciudad Madero donde el arroz ya huele a cocido, en el puerto la moneda está en el aire.
POR MIGUEL DOMÍNGUEZ FLORES