Esta semana la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) sorprendió con la noticia de que se habían eliminado los subsidios, que normalmente se aplican al Impuesto Especial sobre Producción y Servicios (IEPS), a la gasolina magna, premium y diésel. Dicha decisión fue publicada el pasado 6 de septiembre en el Diario Oficial de la Federación (DOF).
Pero, para poder entender lo que esto significa es importante comprender lo que es el IEPS. Este es un impuesto que se aplica a productos que son considerados nocivos para la salud o para el medio ambiente. Así que, no solo se aplica a combustibles fósiles, también se aplica a productos como bebidas alcohólicas, cigarros y alimentos no básicos que tiene 274 calorías o mayor por cada 100 gramos.
Este impuesto pretende regular el consumo de ciertos productos dañinos, y, es una fuente de ingresos fiscales. El IEPS es uno de los impuestos más importantes después del Impuesto Sobre la Renta (ISR) y el Impuesto al Valor Agregado (IVA).
Al abordar el IEPS y los combustibles fósiles —gasolina— este impuesto está incluido en el precio final que los consumidores pagamos por estos productos. Pero, con la intención de reducir el impacto del IEPS y evitar cambios abruptos en el precio de la gasolina, el gobierno aplica estímulos fiscales, subsidios, al precio de los combustibles.
Sin embargo, a partir del 7 de septiembre, el gobierno ha retirado este subsidio, lo que significa que el consumidor tendrá que pagar el impuesto IEPS de forma integra por cada litro de combustible que se compre.
Cabe señalar que, de acuerdo con el DOF, el subsidio para la gasolina magna, premium y diésel es de 0 por ciento; es decir, no hay ningún tipo de apoyo para reducir el impacto del precio. Esto se traduce en que el precio de la gasolina magna —incluyendo el IEPS— sufrirá un aumento de 6.18 pesos por litro; la gasolina premium tendrá un aumento de 5.21 pesos por litro; y, el diésel mostrará un aumento de 6.79 pesos por litro.
Estos incrementos podrán ser visibles en el corto plazo, lo que afectará a automovilistas y transportista; estos últimos sufrirán un mayor impacto, ya que muchos de ellos son usuarios de diésel. Lo que realmente preocupa, es que esta situación puede generar un efecto dominó y el precio de diversos productos se verán afectados.
En nuestros bolsillos, el retiro de estímulos fiscales pondrá mayor presión a los hogares, quienes ya sufren de los efectos de la inflación en otros bienes y servicios. Y, tal como se menciona en líneas anteriores sería los consumidores finales quieres absorberían el incremento en diversos productos ya que los costos de distribución podrían sufrir un incremento generalizado.
A pesar de la eliminación de este subsidio durante esta semana, SHCP aún no ha mencionado que dicha situación sea permanente. Por lo que es importante seguir evaluando las acciones que lleva a cabo dicha institución, para saber si la siguiente semana se reinstaurarán los subsidios, los cuales dependen de la volatilidad de precios internacionales del petróleo y los desafíos fiscales a los que está sometido el gobierno, debido que hay un aumento considerable en el gasto público.
Si bien, el gobierno menciona que esta acción se debe a las necesidades fiscales actuales y al aumento internacional de los precios del petróleo, es importante mantenerse informado sobre los próximos ajustes que se realicen sobre los estímulos fiscales.