A las 3:55 de la madrugada del miércoles 11 de septiembre el pleno de la Cámara de Senadores aprobó con mayoría calificada de 86 votos a favor y 41 en contra, las reformas a la Constitución que modifican la estructura y funcionamiento del Poder Judicial Federal. Las reformas aprobadas se remitieron de inmediato a las legislaturas de los 31 estados y la de la Ciudad de México para su discusión y en su caso aprobación por mayoría calificada.
Como era previsible, la derecha opositora hizo uso de todas las argucias que conoce para impedir el proceso legislativo en la Cámara de Senadores. Grupos de jueces y trabajadores del poder judicial, colegios y organizaciones de abogados y estudiantes de derecho, cerraron los accesos a los dos edificios del senado para impedir la sesión.
En la sesión los senadores de Movimiento Ciudadano denunciaron que el Senador Daniel Barreda de su partido, estaba detenido por las autoridades de Campeche. El Coordinador de la Mesa Directiva y el Coordinador del Grupo Parlamentario de Morena informaron al pleno que el senador Barreda estaba bien y atendiendo un asunto familiar. Sin embargo el PAN, el PRI, y el propio Movimiento Ciudadano insistieron en que no podían sesionar si un senador estaba secuestrado.
Al final del día el Senador apareció ante los medios en Campeche aclarando que no estaba detenido y que su papá compareció en un juicio oral y él lo acompañó durante todo ese día
Ante la solicitud de licencia del Senador de Veracruz Miguel Ángel Yunes Márquez y el anuncio de que rendiría protesta su suplente Marco Antonio Yunes Linares, el dirigente del PAN Mario Cortez subió a la tribuna para llamarles traidores. A lo largo del día el senador suplente, y después el titular, contestaron a las diatribas de su líder y el Senador Yunes definió su voto en favor de la reforma con lo cual la mayoría obtenía los votos necesarios para aprobar la reforma judicial constitucional.
Mientras tanto, la Presidenta de la Suprema Corte de Justicia inició desde las primeras horas del martes 10 una jornada de activismo en su cuenta de la red social X con mensajes como “la patria es primero”, “La Independencia judicial es un derecho de las personas no un privilegio de las y los jueces”, “el modelo que ahora se propone generará tensiones entre las obligaciones de independencia e imparcialidad judiciales y la necesidad de tener que emitir fallos que resulten populares para atraer el voto”.
“México estoy contigo”, “Un soldado en cada hijo te dio” y “el respeto a los derechos fundamentales a la libre expresión de ideas la asociación y protesta pacífica de las personas juzgadoras que legítimamente se manifiestan para pedir ser escuchadas en las deliberaciones legislativas de la reforma judicial en congruencia con los valores que defendemos la justicia, libertad, y democracia, reiteramos el llamado a escuchar las vías legales e institucionales y el diálogo pacífico abierto y responsable como el camino para resolver nuestras diferencias y avanzar hacia la conciliación y paz que México necesita”, y a las 10:00 de la noche publicó la frase de Emiliano Zapata “Si no hay justicia para el pueblo que no haya paz para el gobierno”. Las turbas autollamadas La Resistencia que orientan y alientan Claudio X, Norma Piña, y Marko Cortez, al estilo de las milicias de Trump en Estados Unidos, tuvieron su “Toma del Capitolio”.
Hicieron tumultos suicidas de manifestantes que se lanzaban contra la policía desarmada, equipada solo con caretas y escudos de plástico transparente, al tiempo que gritaban “nos están golpeando”, la policía arrojó polvo y líquido de los que se usan para extinguir el fuego.
Los manifestantes rompieron las puertas del edificio del Senado en Av. Paseo de la Reforma e ingresaron al salón del pleno vocifernado insultos con banderas de México y pancartas y se suspendió la sesión de los senadores para reanudarla unas horas después. No se reportaron lesionados ni detenidos.
Lo que los manifestantes obtuvieron con sus exabruptos fueron las fotografías y videos de sus acciones que, fuera de contexto, parecieran ser las imágenes de una autentica revuelta, material muy necesario para apoyar las demandas de intervención extranjera que la derecha llevará a las mesas internacionales de derechos humanos, buscando en el extranjero el apoyo que los mexicanos les negó en las mesas de casilla. Pero lo cierto, lo que sí está sucediendo en la realidad de México, es que la vida transcurre con normalidad, totalmente ajena a las convulsiones de los pequeños grupos de una elite que no se resigna aceptar el rechazo que la gran mayoría de los electores les mostró el 2 de junio.
Es importante destacar que de los 128 senadores que integran la Camara Alta la derecha solo ganó 4 senadurías por mayoría relativa y las otras 38 por representación proporcional.