La Inteligencia Artificial llegó para quedarse. A pesar de tener apenas un año de haberse lanzado una de las aplicaciones pioneras en el giro como lo es CHAT GPT, el mercado digital está inundándose de cientos de aplicaciones para alcanzar diferentes objetivos.
Desde otra perspectiva, uno de los temores más comunes, es que estas herramientas lleguen a simplificar tanto los trabajos de manufactura obrera, que una empresa no necesite de mano de obra humana, si no que con la IA sea posible reducir empleos al tiempo que se bajan costos en la nómina. Esto todavía está muy lejos de suceder, ya que las aplicaciones aún no están desarrolladas del todo. No solo eso, para realizar trabajos muy complejos, es necesaria la intervención de varias apps, que, aunque simplifican los procesos, requieren de una alta especialización en el diseño de prompts u órdenes para ejecutar.
Lo primero que hay que saber es precisamente redactar bien el prompt. Esta palabra significa el comando o la orden que se le da a la aplicación, para que la ejecute. La aplicación de Inteligencia Artificial puede ejecutar lo que le pidas, siempre que le des un contexto para entregar un resultado cercano a lo solicitado. Esto significa que, al redactar la orden, se le debe pedir que “actúe como” por ejemplo, un profesor, un diseñador, un contador, un mercadólogo, un alumno de secundaria, un abogado, etc. Y a partir de ahí ser muy específico en la tarea, tipo, alcance, tamaño, color, contexto, narrativa o palabras clave que desees integrar en el resultado.
La interacción con la IA es tan fácil que, tiene como desventaja volverse adictiva. En el ámbito escolar, muchas de las instituciones ya se plantean códigos de ética y honor para sancionar el uso indebido -que no significa prohibición- de la IA en tareas de los estudiantes. Si ya antes de la IA los jóvenes sólo copiaban y pegaban lo que veían en internet para sus tareas, ahora tendrán herramientas más sofisticadas para cumplir sus deberes, sin que esto signifique que hayan comprendido el contenido de la tarea, lo cual es preocupante.
Estas aplicaciones se encuentran disponibles en el mercado en dos versiones: la gratuita y la de paga mediante suscripciones semanales, mensuales y anuales. Dependiendo del objetivo de la tarea es la herramienta que puede usarse. A continuación, se presentan algunas de las opciones más accesibles:
Para crear ideas, tenemos en versión de paga a CHAT GPT 4, y en versión gratuita a Claude IA. Para la generación de imágenes Midjourney con costo, y Being Create sin pago. Para administrar notas de reuniones, la versión libre es de Laxis, y la privada es de FireFiles. Para generar videos, Runway es la aplicación por suscripción, y la libre es Pika Labs. En transcripciones de la misma IA, están Podium IA con pago, y Auris IA gratis.
Para pasar de voz a texto, se encuetran Trint AI con suscripción, y Audiopen, de manera gratuita. En cuanto a Diseño, la versión de pago es Canva, y la gratuita es Microsoft Designer.
Otras aplicaciones que también pertenecen al ámbito de la IA generativa son: Bing Chat, Perplexity, Betterresearch, Notion AI. Si el objetivo es mejorar la escritura, las opciones son: Rytr, Jasper, Longshot, Textblaze, Copymate y Grammarly entre otras.
Un buen diseñador de IA tendría que saber cuáles aplicaciones existen, para qué objetivos, qué costos y redactar adecuadamente los prompts. Del resultado de un proceso de esta IA, sale una imagen o texto que igualmente puede estar retocada por otra aplicación, y así hasta obtener por fases un resultado en el que estén involucradas varias aplicaciones para mejorar el producto final.
Como lección sí es interesante aprender a usarlas, dirigir los resultados a tareas o proyectos específicos, y revisar las normas de calidad del uso de dichas herramientas. Lo importante es no quedarse atrás, actualizarse, aprender a usarlas, perderle el miedo y sobre todo, hacer un uso ético de la Inteligencia Artificial. Finalmente, quienes aprendan a usarlas correctamente para maximizar sus resultados, serán los que no solo conserven su empleo, si no que serán ascendidos. De ahí: actualizarse o morir.