CIUDAD VICTORIA, TAMAULIPAS.- A pesar del reciente aumento en la tarifa del transporte público en Ciudad Victoria, la ruta 10, que conecta las colonias Sosa y Mainero, no ha sido reactivada, lo que ha provocado malestar entre los vecinos, especialmente en estudiantes y personas de la tercera edad.
Jesús Sotelo, habitante del sector, dijo que la suspensión de esta ruta afecta directamente a estudiantes de instituciones como la Secundaria Federalizada No. 1, la Secundaria 5, la Normal de Educadoras y las Preparatorias 1 y 2, además de complicar el acceso a servicios esenciales en la zona centro.
«Antes, el micro nos dejaba en el bulevar y no teníamos que caminar tanto.
Ahora, como no hay transporte, salimos más temprano para llegar a tiempo, y con estos calores llegamos cansados», dijo Sotelo, al detallar las dificultades que sufren los vecinos, especialmente los adultos mayores que necesitan hacer compras o realizar pagos.
La ruta 10, que operaba por más de 20 años, pasaba por la calle Simón Bolívar en la colonia Sosa y por la calle Gonzalez en la colonia Mainero, dos arterias principales.
Sin embargo, desde la pandemia, este servicio dejó de funcionar y, a pesar de la normalización de las actividades, no ha sido restablecido.
«En otras colonias también dejaron de pasar los micros por algunas calles, y la gente ahora usa más DiDi o Uber, pero son más caros, entre 50 y 60 pesos, mientras que el micro cobraba solo 10, ahora 11.
Salir de casa se ha vuelto más costoso», explicó Sotelo, señalando el impacto económico que esta situación ha tenido sobre los residentes.
Los vecinos expresaron su descontento por el incumplimiento de los transportistas.
Tras el aumento de tarifas, esperaban que las rutas establecidas fueran respetadas, pero esto no ha sucedido. «Es injusto, especialmente para los estudiantes de estas colonias que dependen del transporte público para llegar a sus escuelas.
Si no tienes carro, tienes que levantarte muy temprano y batallar.
Para eso es el servicio público», concluyó Sotelo, exigiendo una pronta solución.
Por Raúl López García
EXPRESO-LA RAZON