TAMPICO, TAMAULIPAS.- Poco a poco, se pierde la tradición de acudir a los cementerios de la ciudad durante la celebración del Día de Muertos.
Las redes sociales y las celebraciones alternativas, como desfiles y eventos públicos que rinden homenaje a la festividad, parecen estar ganando terreno en la forma en que las nuevas generaciones se conectan con el Día de Muertos.
Para los ciudadanos más jóvenes , estas actividades representan una forma de reinterpretar y preservar la tradición, pero sin el acto físico de acudir al cementerio.
“Antes, desde el 31 ya se veía lleno el panteón. Ahora, apenas estamos vendiendo un poco de flores, y no hay mucha gente comprando. La experiencia en Internet puede ser la causa”, explicó Jose del Angel Valdez, vendedor de comida del área.
Esta disminución afecta no solo a comerciantes, sino también a quienes ofrecen servicios en los cementerios y dependen de la afluencia en estas fechas para sostener su economía.
Jose Sanchez, comerciante desde hace varias décadas, comparte qué año con año se ve una cantidad menor de visitantes.
“Es una tradición que se está perdiendo año con año. Es menor, el año pasado fue menor y no es la misma perspectiva de antes que se llenaba desde un día antes, incluso”.
Y aunque en promedio la cifra siempre es mayúscula, en términos comparativos, por ejemplo con la década de los 80s es de casi un 50 por ciento menos.
En el caso de algunas familias, comparten que las condiciones económicas adversas, no les permiten poder recordar a sus familiares con flores, altares y demás.
COMERCIANTES DE FLORES Y CORONAS
VEN MENOS MOVIMIENTO
“Año con año vemos menos gente. O sea por ejemplo hace 5 años se veía mucha más gente en el panteón desde el primer día” dijo Martha Merinos.
Los factores,explicó, es que se pierde la tradición de acudir al cementerio.
“Hemos estado perdiendo la tradición de visitar el cementerio.Cada vez le interesa menos acudir a la gente “, comentó.
La tradición, forma parte del patrimonio cultural de México y que la UNESCO reconoció como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad en 2008, parece haber perdido parte de su arraigo, especialmente en zonas urbanas.
Por José Luis Rodríguez Castro
Expreso-La Razón