TAMPICO, TAMAULIPAS.- A lo largo de 12 años, no han faltado a la cita mensual para llevar un poco de alimento a quienes acuden al Hospital «Carlos Canseco», ya sea para cuidar un familiar o para acudir a consulta.
Ese apoyo incluso se ha extendido a personal médico y enfermeras, por ser parte de ese nosocomio.
A temprana hora llegan para poner la mesa y las sillas en las que las personas podrán sentarse para recibir el almuerzo que les permita soportar la larga espera.
Mucho antes de llegar preparan todo para tener listas las tortas de cochinita, el café y el pan dulce que se darán posteriormente sin ningún costo.
Por mes suelen entregar 250 tortas y 100 piezas de pan dulce, por lo que haciendo cuentas hasta el momento han repartido miles de ellas.
Sin embargo, en la última entrega que fue el 24 de junio el menú cambió al servirse tamales.
En total llevaron 450 tamales, dos termos de café, un termo de agua de Jamaica y 100 piezas de pan dulce.
Y como esperaban, todo se terminó.
Pese a la lluvia que se presentó ese día, no faltaron a la cita mensual.
Quienes se encargan de todo lo anterior son los integrantes de la asociación Aprendiendo a Vihvir de la cual es presidente, Javier Ramos Yáñez.
Así han trabajado desde el año 2013.
Desde entonces, han enfrentado altibajos para poder conseguir el apoyo que les permita adquirir todo aquello que necesitan para la elaboración de los alimentos.
En ese tiempo, el apoyo era principalmente para quienes padecían VIH pero con el tiempo la ayuda se amplió a todo aquel que acude a una cita o que tiene algún familiar hospitalizado.
Hoy cuentan con el apoyo de un importante número de personas que cooperan con lo que pueden.
«Hay muchas manos detrás de esta labor para que se lleve a cabo como la elaboración, a veces mal dormimos o ni dormimos para poder realizar esta actividad, personas que están comprometidas son 5, ya de ahí son personas voluntarias que cuando pueden o tienen oportunidad contribuyen con un granito», mencionó.
«El dar alimento, el que la gente sonría y se olviden un poco de lo que están pasando, a veces llorando nos agradecen por el alimento, nos bendicen», precisó.
Reveló que desde el mes pasado ya pudieron ingresar a los terrenos del hospital para instalarse frente al área de urgencias.
Durante varios años, atendieron a las personas en la banqueta de la avenida Ejército, afuera del nosocomio, debido a la pandemia del COVID.
Lo anterior es una ventaja para quienes acuden al nosocomio ya que no tendrán que salir del mismo para recibir un desayuno.
Javier Ramos hizo un llamado a la población para que se sume a esa causa brindando apoyo económico para seguir beneficiando a quienes acuden a esa institución hospitalaria.
Por. Benigno Solís/La Razón




