El pasado 7 de julio, el Comité para la Eliminación de la Discriminación contra la Mujer (CEDAW), órgano conformado por 23 personas expertas independientes que supervisan la aplicación de la Convención sobre la eliminación de todas las formas de discriminación contra la mujer, emitió sus observaciones finales con base en lo que México presentó en su X Informe Periódico, en materia de igualdad.
Entre las observaciones, no todo es crítica. Entre los avances recientes que el Comité CEDAW reconoció, se encuentras los siguiente:
- La elección de la primera presidenta de la República.
- La creación de la Secretaría de las Mujeres.
- Las reformas constitucionales sobre igualdad de género (2024).
- Las reformas legislativas a instrumentos como Ley General para el Acceso a las Mujeres a una Vida Libre de Violencia y el Código Penal Federal.
- La instauración de la Secretaría de las Mujeres.
- La Política Exterior Feminista,
- El Plan Nacional de Mujeres, Paz y Seguridad
- La Comisión de Seguimiento a las Observaciones del Comité CEDAW (Comisión CEDAW).”
Importantes avances que llegan como productos de años de presión, de lucha en las calles, de voces que no se han cansado de exigir un país más justo para todas y, hay que decirlo, con la voluntad política del gobierno. El gobierno mexicano ya lo había adelantado en su informe CEDAW/C/MEX/10, donde reconoció que existen retos sobre la igualdad de género en los diversos niveles y poderes de gobierno.
Es así como derivado de la Décima Revisión Periódica realizada por el Comité CEDAW y celebrada en Ginebra, Suiza, se emitieron 90 recomendaciones, entre ellas, las que refieren violencia estructural, es decir, a aquellas que producen daños a necesidades humanas básicas como la supervivencia, la libertad, el bienestar o la identidad, en las que generalmente hay un grupo privilegiado y otro vulnerado, normalmente caracterizados en términos de clase, raza o género.
Ante esto, el gobierno de México emitió un comunicado que fue difundido ayer, en el cual hizo énfasis en algunas acciones impulsadas a través de la Secretaría de las Mujeres, como las Asambleas Voces de Mujeres, los Centros LIBRE, el programa Abogadas para las Mujeres y una línea de atención telefónica. Avances importantes, pero aún insuficientes.
También se llevó a cabo, por primera vez, una elección democrática de integrantes del poder judicial, aplicando criterios de paridad de género; se realizaron más de diez mesas de trabajo con madres buscadoras y colectivas, logrando acuerdos relevantes. Se introdujo el reconocimiento de la familia social como sujeto legítimo en los procesos de búsqueda, un avance especialmente valioso para las comunidades LGBTIQ+.
Es evidente que el Estado mexicano reconoce que la enorme deuda histórica con las mujeres y que ha reiterado su compromiso con la Convención CEDAW. Sin embargo, para ir más allá del discurso, es indispensable un aumento significativo de los recursos destinados a eliminar las violencias contra las mujeres. Más que palabras se necesita más financiamiento para la igualdad
¿Usted qué opina?
Por. Nohemi Argüello Sosa




