15 diciembre, 2025

15 diciembre, 2025

Diócesis de Tampico crea diáconos permanentes por escasez de sacerdotes

Estos diáconos, una vez ordenados, tendrán la capacidad de ejercer "algunos ministerios" dentro de la Iglesia.

TAMPICO, TAMAULIPAS.- Ante la creciente escasez de vocaciones sacerdotales, la Diócesis de Tampico ha implementado la formación de diáconos permanentes, quienes podrán asumir diversas funciones ministeriales que tradicionalmente realizaban los presbíteros.

El párroco de la iglesia Santiago Apóstol en Altamira, Bernardo Arredondo Segura, explicó que los candidatos al diaconado permanente son «personas casadas, con familia o solteras», lo que representa un perfil distinto al del sacerdocio ministerial.

Estos diáconos, una vez ordenados, tendrán la capacidad de ejercer «algunos ministerios» dentro de la Iglesia.

Esta medida busca afrontar el déficit de sacerdotes, permitirá que la comunidad católica reciba atención pastoral en áreas como la administración de sacramentos específicos, la predicación de la Palabra, la asistencia en matrimonios y bautizos, la coordinación de diversas actividades parroquiales.

La incorporación de diáconos permanentes es una respuesta pastoral que busca mantener la vitalidad de la vida eclesial en la diócesis.

Bernardo Arredondo Segura, prevé que a la llegada del nuevo obispo, se realice la primera ordenación de diáconos permanentes, actualmente solo hay seis en la diócesis.

“Ha habido una disminución de vocaciones sacerdotales y trabajamos con los jóvenes para que formen parte y si no tenemos, es complicado crear más parroquias”.

Aclaró que un diácono permanente puede ser un hombre casado o soltero, pero no ejercerán todas las funciones del sacerdote, solamente algunas.

“Puede bautizar, celebrar matrimonios, asistir a funerales, evangelizar y sobre todo en la caridad de la pastoral social (…) ahora se promueve por la necesidad que se tiene”.

El párroco puntualizó que siempre ha existido la figura del diaconado permanente, pero durante mucho tiempo no se promovió, solo se hacía en lugares donde se carecía de sacerdotes.

Por Óscar Figueroa
La Razón

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