La alcaldesa de Tampico, Mónica Villarreal Anaya, demostró que no le va a “temblar la mano” para poner orden, las veces que lo tenga que poner en la presidencia municipal de Tampico
Pues resulta que en la redes sociales circuló una fotografía donde se observa a un funcionario municipal comprando “chelas” a altas horas de la noche, y para acabarla de amolar en un local del municipio de Ciudad Madero.
Obviamente, en redes sociales empezaron las críticas, los señalamientos, nadie sabía quién era este cuate, pero se lo acabó la opinión pública por andar de gandalla en vehículo y con gasolina que no era suya en su After Party.
El mal uso de los vehículos oficiales, es algo que se vuelve muy común en cada administración. Por eso es un buen ejemplo que la Alcaldesa aplicó, porque los funcionarios deben de entender que los vehículos son patrimonio de la ciudad, no son sus unidades particulares ni personales, deben de ser muy responsables con ellas.
Desgraciadamente hay burócratas que creen que cuando les asignan una unidad municipal o estatal es regalada, pero no es así y hasta llegan a creerse todo un Wicho Domínguez que pueden traer la camioneta o el carro, donde se les pegue la gana, y eso no puede ser así, pero hemos visto casos donde van al mandado, a llevar a los chiquillos a la escuela, a comprarle tortas o gorditas a la tóxica , esto se repite cada administración, y es algo que no debe de ocurrir.
De acuerdo al reglamento interno de cada ayuntamiento, los vehículos que se le asignan a los servidores públicos, deben de ser utilizados, sólo en horario de trabajo o en actividades relacionadas con su función. De lo contrario, si se lo llevan a sus casas, deben de quedar resguardados para que, cualquier movilidad en ellos que tengan, no se vea como un mal uso, es algo que no han entendido muchos, pero tienen que entender.
Por eso tiene que aplaudirse que la presidenta municipal porteña tomara el “toro por los cuernos”, en este caso que se ventiló en redes sociales, porque luego muchas veces los jefes de la comuna defienden solapan y hasta protegen a los responsables de este tipo de casos muy similares que han ocurrido en pasados Gobiernos locales.
Casos similares han sido muchos, pero muchos los que han surgido en los últimos 15 años, pero acciones, respuestas, castigos, tan rápidos y directos, como el que aplicó Mónica Villarreal, al dar de baja a este funcionario, y eso que se trataba del secretario Técnico, José Luis Celestino Fernández.
No creo que le vuelvan a dar chamba a este cuate en ningún lado, mientras no se le quite la mañana de andar de “tazito” dorado en carro y gasolina gratis con cargo al erario público.
HASTA QUE VEO TRABAJAR A LOS REGIDORES
En la pasada entrega de despensas a personas vulnerables de la ciudad, los regidores porteños anduvieron muy trabajadores, pues hasta cargaron las despensas y las entregaron.
Vladimir Castellanos, Alejandro Martínez, Édgar Treviño, Lorena Ortíz, entre otros anduvieron apoyando y dando este beneficio.
Los regidores mostraron que sí tienen que entrarle al quite, lo van a hacer, digo todo se vale cuando el salario es de 60 mil pesos, no se pueden negar a nada.
Y , ojalá , que en cada evento busquen apoyar para que no parezcan los monitos del pastel que solo buscan la foto.
Esperemos que en Madero y Altamira hagan también acciones similares para que le muestren a la ciudadanía su amor y pasión por cada una de las ciudades.
Hace falta que los regidores de la zona se bajen de la nube, muestren tanto su humildad y que de repente se den sus baños de pueblo.
POR MARIO ALBERTO PRIETO




